Los jueces del TPF aceptaron la petición de Italia, a pesar del recurso presentado por el IOR, indicó el diario Le Temps.
Admitieron, sin embargo, que no se comuniquen algunas informaciones relativas a las firmas autorizadas en esa cuenta.
El fiscal de la república del tribunal de Roma sospecha que la cuenta fue utilizada por terceras personas, entre 2007 y 2008, para hacer desaparecer, so pretexto de una donación, fondos procedentes de la venta de una empresa.
El IOR, que se vio implicado en el escándalo del Banco Ambrosiano, en los años 1970 y 1980, sigue siendo objeto de sospechas. El papa Francisco se comprometió a acelerar su recuperación. Un suizo, René Brülhart, se convirtió en 2012 en el encargado de limpiar las finanzas del Vaticano.
Ante el TPF, la banca vaticana invocó la inmunidad del Estado del Vaticano para oponerse a la transmisión de las informaciones. Los jueces no aceptaron el argumento, al considerar que nada establecía que las transacciones en cuestión se habían efectuado en el cumplimiento de funciones cubiertas por la inmunidad del Vaticano.