Según un recuento de los resultados en los distintos cantones del país llevado a cabo por medios de comunicación suizos, el "sí" al endurecimiento de la ley, que tiene por objetivo frenar el flujo de refugiados hacia Suiza, ganó con 79% de los votos.
Por otra parte, 76% de los suizos también rechazaron la iniciativa que pedía la elección de miembros del gobierno por el pueblo, y no ya por el parlamento, otro tema también sometido a votación.
Ambos resultados coinciden con los sondeos previos al respecto, pero quienes se oponen a la ley sobre el asilo expresaron su decepción.
"El referéndum es un desastre para los solicitantes de asilo y los refugiados", indicó el comité "Stop exclusión", que pidió que se votara contra los cambios introducidos en la ley en septiembre pasado para obtener asilo en Suiza.
Para la diputada de la formación centrista PDC Anne Seydoux-Christie, este resultado muestra "un debilitamiento de nuestra tradición humanitaria y una falta de solidaridad ante lo que ocurre en países en crisis".
En cambio, Celine Amaudruz, diputada de la formación de ultraderecha UDC, saludó el resultado, estimando que nueve de cada 10 personas que piden asilo en Suiza lo hacen "por razones económicas".
Actualmente unas 48.000 personas están a la espera de una decisión sobre su pedido de asilo. Esta cifra tiene en cuenta los que llegaron en 2012, 28.631, una cifra récord desde 2002. Sólo 11,7% de los aspirantes lograron obtener el asilo en 2012, luego de años de espera.
La nueva ley sobre el asilo, que entró en vigor en el otoño y es criticada por una parte de la población, tiene por objetivo principal reducir los tiempos del procedimiento a unos meses y no más unos años.
Con el estatuto de demandante de asilo, la persona que quiere instalarse en Suiza no puede trabajar. Vive de los subsidios del Estado. En promedio la ayuda social otorgada se eleva a unos 1.200 francos suizos (1.000 euros) por mes y por persona.
Para la Conferencia Episcopal suiza, que militaba por el "no" a la nueva ley, "detrás de cada estadística se esconden destinos de hombres y de mujeres", y "nadie abandona su patria voluntariamente, sin saber lo que el futuro le reserva en otro país o continente".
En 2012 los demandantes de asilo en Suiza venían principalmente de Eritrea, Nigeria, Túnez, Serbia y Afganistán.
Por otra parte, 76% de los suizos también rechazaron la iniciativa que pedía la elección de miembros del gobierno por el pueblo, y no ya por el parlamento, otro tema también sometido a votación.
Ambos resultados coinciden con los sondeos previos al respecto, pero quienes se oponen a la ley sobre el asilo expresaron su decepción.
"El referéndum es un desastre para los solicitantes de asilo y los refugiados", indicó el comité "Stop exclusión", que pidió que se votara contra los cambios introducidos en la ley en septiembre pasado para obtener asilo en Suiza.
Para la diputada de la formación centrista PDC Anne Seydoux-Christie, este resultado muestra "un debilitamiento de nuestra tradición humanitaria y una falta de solidaridad ante lo que ocurre en países en crisis".
En cambio, Celine Amaudruz, diputada de la formación de ultraderecha UDC, saludó el resultado, estimando que nueve de cada 10 personas que piden asilo en Suiza lo hacen "por razones económicas".
Actualmente unas 48.000 personas están a la espera de una decisión sobre su pedido de asilo. Esta cifra tiene en cuenta los que llegaron en 2012, 28.631, una cifra récord desde 2002. Sólo 11,7% de los aspirantes lograron obtener el asilo en 2012, luego de años de espera.
La nueva ley sobre el asilo, que entró en vigor en el otoño y es criticada por una parte de la población, tiene por objetivo principal reducir los tiempos del procedimiento a unos meses y no más unos años.
Con el estatuto de demandante de asilo, la persona que quiere instalarse en Suiza no puede trabajar. Vive de los subsidios del Estado. En promedio la ayuda social otorgada se eleva a unos 1.200 francos suizos (1.000 euros) por mes y por persona.
Para la Conferencia Episcopal suiza, que militaba por el "no" a la nueva ley, "detrás de cada estadística se esconden destinos de hombres y de mujeres", y "nadie abandona su patria voluntariamente, sin saber lo que el futuro le reserva en otro país o continente".
En 2012 los demandantes de asilo en Suiza venían principalmente de Eritrea, Nigeria, Túnez, Serbia y Afganistán.