Los buses partieron a las 07:30 de la mañana del distrito de Janabad y fueron obligados a desviarse a un pueblo cercano, informó Zaid Asadullah Sadat, miembro del consejo provincial.
Según el Ministerio de Interior en Kabul, una unidad de búsqueda de las Fuerzas Armadas afganas había liberado a más de 140 rehenes, versión que fue desmentida por las autoridades locales. Un portavoz del ministerio, Assad Rahimi, dijo que 21 rehenes siguen en poder de los talibanes. El jefe del distrito de Janabad, Hajatullah Amiri, sostuvo que tres mujeres habían sido puestas en libertad.
Por el contrario, el jefe de la Policía de Janabad, Abdul Zahir, aseguró que hasta el momento ningún rehén ha sido puesto en libertad por los talibanes o rescatado por las fuerzas de seguridad. Zahir señaló que los pasajeros de los autobuses están retenidos en un pueblo controlado por la milicia fundamentalista adonde las fuerzas de seguridad no pueden acceder.
El portavoz de los talibanes, Zabiullah Mujahid, confirmó vía WhatsApp que combatientes de la milicia habían detenido varios autobuses para buscar a posibles miembros de las fuerzas de seguridad.
Los talibanes suelen detener vehículos en las carreteras interprovinciales y registran coches y autobuses en busca de empleados del Gobierno o miembros de las fuerzas de seguridad.
Por otra parte, los talibanes liberaron a alrededor de 40 miembros de las fuerzas de seguridad, informó hoy un miembro del consejo provincial, Mohammed Sami Chairko. Los policías, soldados y colaboradores del servicio secreto se habían entregado el domingo en un asalto de los talibanes al distrito de Balcharag, en la provincia de Fariab, en el norte de Afganistán.
El secuestro en los autobuses tuvo lugar un día después de que el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, volviese a presentar una oferta de alto el fuego a los integristas islámicos.
Ghani ofreció a los insurgentes tres meses de alto el fuego y anunció que el Gobierno respetaría la tregua a partir de hoy si los insurgentes hacían lo propio. Por el momento, los extremistas no han respondido a la propuesta.
El portavoz presidencial Harun Tschachansuri dijo hoy al canal de TV Tolo que el Gobierno quiere continuar con las operaciones contra los rebeldes hasta que los talibanes acuerden formalmente a un alto el fuego.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, saludó la propuesta de alto el fuego. "Esperamos que otro alto el fuego acerque más al país a una seguridad duradera", dijo. Estados Unidos y sus socios internacionales apoyan la iniciativa del Gobierno afgano, añadió, e instó a los talibanes a sumarse a la iniciativa. También China y Pakistán saludaron el lunes la oferta de Ashraf Ghani.
El primer alto el fuego anunciado por Ghani en junio fue respetado por los talibanes durante tres días durante los festejos del fin del Ramadán (Eid al Fitr). Sin embargo, terminó cuando los talibanes rechazaron la oferta del Gobierno afgano de prolongarlo tres días más. Poco después se reinició el ciclo de violencia.
El enviado de Rusia para Afganistán, Samir Kabulov, anunció entre tanto que Moscú ha convocado para principios de septiembre una reunión sobre el conflicto de Afganistán a la que también ha invitado a representantes de los talibanes.
Citado por la agencia de noticias Interfax, Kabulov precisó que la reunión se llevará a cabo el 4 de septiembre en Moscú y forma parte de "las gestiones para poner en marcha un proceso de reconciliación nacional en Afganistán".
El embajador afgano en Moscú, Abdul Kayum Kochai, expresó su confianza en que los talibanes acepten asistir. Según el diplomático, ha habido últimamente buenos contactos entre Rusia y los talibanes. En su opinión, Moscú espera que los talibanes actúen contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI), muchos de cuyos combatientes se trasladaron a Afganistán después de sus derrotas en Siria e Irak.
Según el Ministerio de Interior en Kabul, una unidad de búsqueda de las Fuerzas Armadas afganas había liberado a más de 140 rehenes, versión que fue desmentida por las autoridades locales. Un portavoz del ministerio, Assad Rahimi, dijo que 21 rehenes siguen en poder de los talibanes. El jefe del distrito de Janabad, Hajatullah Amiri, sostuvo que tres mujeres habían sido puestas en libertad.
Por el contrario, el jefe de la Policía de Janabad, Abdul Zahir, aseguró que hasta el momento ningún rehén ha sido puesto en libertad por los talibanes o rescatado por las fuerzas de seguridad. Zahir señaló que los pasajeros de los autobuses están retenidos en un pueblo controlado por la milicia fundamentalista adonde las fuerzas de seguridad no pueden acceder.
El portavoz de los talibanes, Zabiullah Mujahid, confirmó vía WhatsApp que combatientes de la milicia habían detenido varios autobuses para buscar a posibles miembros de las fuerzas de seguridad.
Los talibanes suelen detener vehículos en las carreteras interprovinciales y registran coches y autobuses en busca de empleados del Gobierno o miembros de las fuerzas de seguridad.
Por otra parte, los talibanes liberaron a alrededor de 40 miembros de las fuerzas de seguridad, informó hoy un miembro del consejo provincial, Mohammed Sami Chairko. Los policías, soldados y colaboradores del servicio secreto se habían entregado el domingo en un asalto de los talibanes al distrito de Balcharag, en la provincia de Fariab, en el norte de Afganistán.
El secuestro en los autobuses tuvo lugar un día después de que el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, volviese a presentar una oferta de alto el fuego a los integristas islámicos.
Ghani ofreció a los insurgentes tres meses de alto el fuego y anunció que el Gobierno respetaría la tregua a partir de hoy si los insurgentes hacían lo propio. Por el momento, los extremistas no han respondido a la propuesta.
El portavoz presidencial Harun Tschachansuri dijo hoy al canal de TV Tolo que el Gobierno quiere continuar con las operaciones contra los rebeldes hasta que los talibanes acuerden formalmente a un alto el fuego.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, saludó la propuesta de alto el fuego. "Esperamos que otro alto el fuego acerque más al país a una seguridad duradera", dijo. Estados Unidos y sus socios internacionales apoyan la iniciativa del Gobierno afgano, añadió, e instó a los talibanes a sumarse a la iniciativa. También China y Pakistán saludaron el lunes la oferta de Ashraf Ghani.
El primer alto el fuego anunciado por Ghani en junio fue respetado por los talibanes durante tres días durante los festejos del fin del Ramadán (Eid al Fitr). Sin embargo, terminó cuando los talibanes rechazaron la oferta del Gobierno afgano de prolongarlo tres días más. Poco después se reinició el ciclo de violencia.
El enviado de Rusia para Afganistán, Samir Kabulov, anunció entre tanto que Moscú ha convocado para principios de septiembre una reunión sobre el conflicto de Afganistán a la que también ha invitado a representantes de los talibanes.
Citado por la agencia de noticias Interfax, Kabulov precisó que la reunión se llevará a cabo el 4 de septiembre en Moscú y forma parte de "las gestiones para poner en marcha un proceso de reconciliación nacional en Afganistán".
El embajador afgano en Moscú, Abdul Kayum Kochai, expresó su confianza en que los talibanes acepten asistir. Según el diplomático, ha habido últimamente buenos contactos entre Rusia y los talibanes. En su opinión, Moscú espera que los talibanes actúen contra la milicia terrorista Estado Islámico (EI), muchos de cuyos combatientes se trasladaron a Afganistán después de sus derrotas en Siria e Irak.