Situada al sur del Estrecho de Gibraltar -una de las tres principales vías marítimas del mundo- Tánger se ha beneficiado de su posición geográfica excepcional. Teatro de una lucha de influencias entre las grandes potencias del siglo XIX, durante casi medio siglo disfrutó de un estatuto internacional.
Bañada por la luz, también fue fuente de inspiración para escritores y artistas como Jean Genet, Paul Bowles, Samuel Beckett, Henri Matisse o John Hopkins.
Las autoridades marroquíes multiplican actualmente los proyectos para devolverse su aura pasada tras años adormecida tras perder su independencia.
A finales de septiembre, el rey Mohamed VI, un asiduo de la norteña ciudad, anunció "Tánger Metrópoli", un proyecto de 1.000 millones de dólares que se prolongará cuatro años, recordó a la AFP el prefecto de Tánger Mohamed Yaakoubi.
En el puesto de honor de los proyectos figura el puerto Tanger-Med, inaugurado en 2007 por el que cada año transitan dos millones de pasajeros y 700.000 vehículos.
Asimismo, por dicho puerto transitan también tres millones de contenedores al año y se espera duplicarlos con la construcción de Tanger-Med 2, lo que llevará el coste total del puerto a 8.000 millones de euros.
Una zona también está reservada al fabricante de autos francés Renault. Inaugurada el pasado otoño, la segunda fase pretende llevar la producción anual a 340.000 vehículos, convirtiendo la planta de Tánger-Meloussa "en la mayor fábrica" de este tipo en África, según el grupo.
Con un coste de mil millones de euros, la planta que ha generado varias decenas de miles de empleos directos e indirectos, resume las ventajas de esta nueva 'Detroit': proximidad geográfica con Europa, costes salariales bajos y atractivo fiscal de zona franca.
"Más de 500 empresas ya se han instalado en Tánger", dice el director de "Tanger Free zone", Rifi Tazi.
Tánger, segunda ciudad industrial del reino, se conectará, a partir de 2015, a la capital económica del país, Casablanca, por el primer tren de alta velocidad del continente, con una inversión cercana a los 2.000 millones de euros, lo que ha suscitado una gran polémica sobre su utilidad.
La recuperación de su atractivo económico también ha supuesto un crecimiento importante de la población, que supera el millón de habitantes, frente a los 670.000 en 2004, convirtiéndola en la tercera ciudad, por detrás de Casablanca y Rabat y al nivel de Marrakech o Fès.
"Tánger-Metrópli", en cuya construcción se han tenido en cuenta factores "ecológicos", podrá paliar las dificultades que ha generado este boom demográfico, dice el prefecto, que cita la descontaminación del litoral y los ríos de la región.
En el plano turístico, la ciudad apuesta por sus "ventajas balnearias" con la construcción de un puerto de recreo, la reorganización de los litorales mediterráneo y atlántico, pero también cultural, con un palacio de las artes y la cultura y un gran teatro.
"Nuestro pasado cultural es un yacimiento enorme", dice Mohammed Yaakoubi.
"Las construcciones van de la época romana a la presencia europea pasando por la civilización islámica", recuerda Hind Bekkari, arquitecto responsable de un importante proyecto de rehabilitación.
Pero si la situación geográfica de Tánger constituye su principal atractivo, la precariedad de sus servicios es omnipresente en los barrios pobres.
Asimismo, este punto de paso entre Europa y África cercano al Rif, una de las principales regiones productoras de cannabis del mundo, se ha convertido en los últimos años en teatro del tráfico de droga, según las ONG.
También tendrá que resolver el problema lacinante de la inmigración ilegal. El mes pasado, se registraron enfrentamientos entre clandestinos y la policía tras la muerte, en circunstancias confusas, de un camerunés. Unos días más tarde, un grupo de habitantes se manifestó para denunciar la presencia de estos inmigrantes que esperan llegar al Eldorado europeo.
Para tratar de paliar este problema, Marruecos anunció para 2014 una oleada de regulaciones entre los "25.000 a 40.000" clandestinos presentes en su suelo.