La tensión aumentó en los últimos meses después de una serie de incidentes entre Pekín y otros países de la región que reivindican parte de las aguas en disputa, lo que llevó a Estados Unidos a pedir el fin de las "provocaciones".
"La posición de China para garantizar su propia soberanía, sus derechos marítimos y sus intereses es firme e inquebrantable", declaró a la prensa el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, tras una reunión con sus homólogos de la Asociación de Naciones del Sureste de Asia (ASEAN).
Wang aseguró que Pekín siempre ha actuado con "discreción". "Pero frente a actos de provocación sin fundamento, China tendrá reacciones claras y firmes", añadió desde la capital birmana, Naypyidaw.
China reivindica la soberanía de casi todo el mar de China meridional, atravesado por importantes rutas marítimas y potencialmente rico en recursos, y tiene litigios territoriales con Brunéi, Malasia, Filipinas y Vietnam (miembros de la ASEAN junto con Birmania, Camboya, Indonesia, Laos, Singapur y Tailandia), así como con Taiwán.
Las relaciones entre Pekín y Hanói han sido especialmente tensas en los últimos meses, después de la instalación de una plataforma petrolera china cerca del archipiélago de las islas Paracelso, que provocó protestas contra China en Vietnam que motivaron la retirada de la plataforma.
Se espera que el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, que se encuentra en Birmania para participar en las reuniones entre la ASEAN y sus socios más importantes, insista en la petición de Washington para que paren las acciones que podrían agravar las tensiones regionales.
"He pedido a todo el mundo que se dé cuenta de que la situación ha llegado a un punto que podría comenzar sin duda a afectar a la paz, la seguridad y la estabilidad en la región", subrayó por su parte el viernes por la tarde el ministro filipino de Exteriores, Albert del Rosario.