La misma corte ya había dictado hace dos semanas la prohibición de una escisión de una zona del resto del país, en base a la Constitución iraquí.
La gran mayoría de los kurdos (92 por ciento) se pronunciaron a favor de la independencia en la consulta celebrada pese a la oposición del Gobierno central de Bagdad, que ya había apelado a su inconstitucionalidad.
El primer ministro kurdo, Nehirvan Barzani, dijo hoy respetar la Constitución, pero criticó el dictamen del Supremo como una decisión "unilateral", que fue tomada, dijo, sin la presencia de representantes regionales.
En reacción al referéndum, las fuerzas de seguridad entraron en la región kurda, controlada hasta hace poco por los combatientes locales peshmerga, y decretaron una prohibición de los vuelos internacionales desde y hacia el Kurdistán.
También las vecinas Turquía e Irán invalidaron el referéndum e interrumpieron el tráfico aéreo con la región autónoma kurda, en un intento de aumentar el presión sobre la zona.
El gobierno regional kurdo hizo un llamamiento a un diálogo constructivo la semana pasada y hoy llamó a la comunidad internacional a intervenir para impedir "medidas de castigo colectivo contra el pueblo y el gobierno del Kurdistán".
El gobierno regional considera que las medidas adoptadas le impiden atender a los "en torno a 1,5 millones de desplazados que huyeron al Kurdistán", muchos de ellos después de que la milicia terrorista Estado Islámico (EI) tomara amplias partes del país en 2014.
Este mes el Gobierno de Bagdad anunció la expulsión de la milicia de Rawa, la última ciudad en su poder cerca de la frontera con Siria. Los yihadistas han perdido en los últimos meses la mayor parte del territorio que controlaban en Siria y en Irak y donde proclamaron su califato.
La gran mayoría de los kurdos (92 por ciento) se pronunciaron a favor de la independencia en la consulta celebrada pese a la oposición del Gobierno central de Bagdad, que ya había apelado a su inconstitucionalidad.
El primer ministro kurdo, Nehirvan Barzani, dijo hoy respetar la Constitución, pero criticó el dictamen del Supremo como una decisión "unilateral", que fue tomada, dijo, sin la presencia de representantes regionales.
En reacción al referéndum, las fuerzas de seguridad entraron en la región kurda, controlada hasta hace poco por los combatientes locales peshmerga, y decretaron una prohibición de los vuelos internacionales desde y hacia el Kurdistán.
También las vecinas Turquía e Irán invalidaron el referéndum e interrumpieron el tráfico aéreo con la región autónoma kurda, en un intento de aumentar el presión sobre la zona.
El gobierno regional kurdo hizo un llamamiento a un diálogo constructivo la semana pasada y hoy llamó a la comunidad internacional a intervenir para impedir "medidas de castigo colectivo contra el pueblo y el gobierno del Kurdistán".
El gobierno regional considera que las medidas adoptadas le impiden atender a los "en torno a 1,5 millones de desplazados que huyeron al Kurdistán", muchos de ellos después de que la milicia terrorista Estado Islámico (EI) tomara amplias partes del país en 2014.
Este mes el Gobierno de Bagdad anunció la expulsión de la milicia de Rawa, la última ciudad en su poder cerca de la frontera con Siria. Los yihadistas han perdido en los últimos meses la mayor parte del territorio que controlaban en Siria y en Irak y donde proclamaron su califato.