Dayri condenó "las horribles operaciones de terrorismo llevabas a cabo por Daesh" (acrónimo árabe del EI), que dejaron al menos 129 muertos el viernes en París, en una entrevista concedida a la AFP durante una visita a la capital francesa.
"Nos unimos a los llamamientos en Francia y en otros lugares a favor de una acción internacional (...) contra Daesh en Siria y en Irak, y también en Libia, porque temo que Libia se convierta en un futuro cercano en el próximo santuario de Daesh", avisó el ministro.
Su gobierno, reconocido por la comunidad internacional, tiene "informaciones fiables según las cuales el mando del EI pide a los nuevos reclutas que se dirijan hacia Libia en lugar de Siria", sobre todo después de que Rusia comenzara su campaña de bombardeos en apoyo del régimen sirio de Bashar al Asad, sostuvo el ministro.
Libia vive sumida en el caos desde la caída y el asesinato del dictador Muamar Gadafi en octubre de 2011. Dos gobiernos se disputan el poder y distintos grupos luchan por adueñarse de los numerosos recursos energéticos del país.
Dayri consideró que hay "entre 4.000 y 5.000" combatientes del EI en su país, en su mayoría tunecinos, sudaneses y yemenitas.
El ministro agradeció la reciente operación de Estados Unidos, que anunció haber bombardeado por primera vez al EI en Libia, el pasado 14 de octubre, abatiendo a uno de los líderes de la organización en el país.
"Esos bombardeos son necesarios, pero son insuficientes. La amenaza sobre Europa es grande", aseguró, recordando los vínculos entre los yihadistas en Libia y en Europa, al otro lado del Mediterráneo.
Dayri afirmó que el grupo yihadista ya controla la ciudad de Sirte (este) y está implantado en varias regiones como Derna y Bengasi (este).
"Ajdabiya, en el este, podría convertirse ahora en un nuevo feudo" del EI, avisó, después de que se produjera una "serie de asesinatos de imanes salafistas y oficiales del ejército" en la zona.
El ministro también mostró su preocupación por un posible movimiento del EI hacia el sur, lo cual le permitiría unirse a los movimientos extremistas de los países del Sahel.
Según él, la comunidad internacional ya no puede permitirse reclamar una solución política en Libia antes de actuar, "dado el peligro creciente que representa Daesh".
"Hay que concebir una estrategia que integre al ejército libio, con la colaboración de países árabes y occidentales".
"Nos unimos a los llamamientos en Francia y en otros lugares a favor de una acción internacional (...) contra Daesh en Siria y en Irak, y también en Libia, porque temo que Libia se convierta en un futuro cercano en el próximo santuario de Daesh", avisó el ministro.
Su gobierno, reconocido por la comunidad internacional, tiene "informaciones fiables según las cuales el mando del EI pide a los nuevos reclutas que se dirijan hacia Libia en lugar de Siria", sobre todo después de que Rusia comenzara su campaña de bombardeos en apoyo del régimen sirio de Bashar al Asad, sostuvo el ministro.
Libia vive sumida en el caos desde la caída y el asesinato del dictador Muamar Gadafi en octubre de 2011. Dos gobiernos se disputan el poder y distintos grupos luchan por adueñarse de los numerosos recursos energéticos del país.
Dayri consideró que hay "entre 4.000 y 5.000" combatientes del EI en su país, en su mayoría tunecinos, sudaneses y yemenitas.
- 'Amenaza sobre Europa' -
El ministro agradeció la reciente operación de Estados Unidos, que anunció haber bombardeado por primera vez al EI en Libia, el pasado 14 de octubre, abatiendo a uno de los líderes de la organización en el país.
"Esos bombardeos son necesarios, pero son insuficientes. La amenaza sobre Europa es grande", aseguró, recordando los vínculos entre los yihadistas en Libia y en Europa, al otro lado del Mediterráneo.
Dayri afirmó que el grupo yihadista ya controla la ciudad de Sirte (este) y está implantado en varias regiones como Derna y Bengasi (este).
"Ajdabiya, en el este, podría convertirse ahora en un nuevo feudo" del EI, avisó, después de que se produjera una "serie de asesinatos de imanes salafistas y oficiales del ejército" en la zona.
El ministro también mostró su preocupación por un posible movimiento del EI hacia el sur, lo cual le permitiría unirse a los movimientos extremistas de los países del Sahel.
Según él, la comunidad internacional ya no puede permitirse reclamar una solución política en Libia antes de actuar, "dado el peligro creciente que representa Daesh".
"Hay que concebir una estrategia que integre al ejército libio, con la colaboración de países árabes y occidentales".