Los mismos rebeldes confirmaron la pérdida de esta ciudad, pero insistieron en que no fueron derrotados y que su lucha continúa.
"La ciudad está bajo nuestro control. Las fuerzas aliadas están llevando a cabo operaciones de desminado en distintos barrios", informó a la AFP Siyad Ahmed, un oficial somalí, desde la ciudad, una de las últimas bases de las milicias afiliadas a Al Qaida.
"No hubo gran resistencia, los elementos más violentos huyeron cuando nuestras tropas se acercaban. Abandonaron la ciudad", aseguró el oficial.
Los testigos presenciales informaron de grandes combates entre las tropas de la coalición y los shebab, y la retirada final de éstos últimos.
Los habitantes de Bardhere, situada a unos 350 kilómetros al oeste de la capital, también huyeron, según esas fuentes consultadas.
Un comandante shebab, Ahmed Abu Ubeyda, confirmó la pérdida de la ciudad, pero insistió en que continuarían luchando.
"Las fuerzas de los aliados cristianos y los apóstatas somalíes entraron en partes de Bardhere pero... los muyahidines están ofreciendo resistencia", aseguró.
En la ofensiva participaron fuerzas etíopes y kenianas, según las autoridades.
La pérdida de Bardhere es un duro golpe para los shebab, puesto que el control sobre la ciudad y su territorio circundante les permitía reclutar nuevos elementos, y además también pierden los ingresos fruto de los impuestos al comercio y las finanzas locales.
No obstante, este grupo se ha recuperado de derrotas similares en el pasado -manteniendo su capacidad para perpetrar emboscadas en zonas rurales, así como de realizar grandes redadas en la capital Mogadiscio.
Un comunicado militar keniano señala la toma de un puente clave cerca de Bardhere, que era utilizado por los shebab para transportar a sus combatientes y suministros dentro de Somalia y hacia Kenia, calificándola como "un hito en la lucha contra los shebab".
El ejército keniano afirmó que sus tropas, junto a las somalíes, abatieron al menos a 24 rebeldes islamistas en sus operaciones. Sin embargo, no estaba en condiciones de brindar un balance exacto de víctimas de manera inmediata.
La ofensiva de la AMISOM (Misión de la Unión Africana en Somalia) fue lanzada días después de que el gobierno keniano señalara que en el ataque de un dron estadounidense en esta región murieron al menos 30 militantes shebab, incluidos varios comandantes.
El mes pasado en un ataque shebab contra una base de la AMISOM murieron decenas de soldados burundeses, en uno de los incidentes más sangrientos desde que las tropas de la UA llegaran a Somalia, ocho años atrás.
Por su parte, el ministro de Información somalí, Mohamed Abdi Hayir Mareye, dijo que la ofensiva del ejército somalí y la AMISOM continuará "hasta que hayamos retomado todas las áreas actualmente controladas por los terroristas".
También llamó a los combatientes shebab a desertar "antes de que el movimiento entre en una fase final catastrófica".
"Ofrecemos una amnistía a quienes cumplan cuatro simples condiciones: rechazar a Al Shebab, renunciar a la violencia, comprometerse a participar en el proceso de paz... y ser un embajador ante quienes siguen enrolados", subrayó.
"La ciudad está bajo nuestro control. Las fuerzas aliadas están llevando a cabo operaciones de desminado en distintos barrios", informó a la AFP Siyad Ahmed, un oficial somalí, desde la ciudad, una de las últimas bases de las milicias afiliadas a Al Qaida.
"No hubo gran resistencia, los elementos más violentos huyeron cuando nuestras tropas se acercaban. Abandonaron la ciudad", aseguró el oficial.
Los testigos presenciales informaron de grandes combates entre las tropas de la coalición y los shebab, y la retirada final de éstos últimos.
Los habitantes de Bardhere, situada a unos 350 kilómetros al oeste de la capital, también huyeron, según esas fuentes consultadas.
Un comandante shebab, Ahmed Abu Ubeyda, confirmó la pérdida de la ciudad, pero insistió en que continuarían luchando.
"Las fuerzas de los aliados cristianos y los apóstatas somalíes entraron en partes de Bardhere pero... los muyahidines están ofreciendo resistencia", aseguró.
En la ofensiva participaron fuerzas etíopes y kenianas, según las autoridades.
- Duro golpe a los shebab -
La pérdida de Bardhere es un duro golpe para los shebab, puesto que el control sobre la ciudad y su territorio circundante les permitía reclutar nuevos elementos, y además también pierden los ingresos fruto de los impuestos al comercio y las finanzas locales.
No obstante, este grupo se ha recuperado de derrotas similares en el pasado -manteniendo su capacidad para perpetrar emboscadas en zonas rurales, así como de realizar grandes redadas en la capital Mogadiscio.
Un comunicado militar keniano señala la toma de un puente clave cerca de Bardhere, que era utilizado por los shebab para transportar a sus combatientes y suministros dentro de Somalia y hacia Kenia, calificándola como "un hito en la lucha contra los shebab".
El ejército keniano afirmó que sus tropas, junto a las somalíes, abatieron al menos a 24 rebeldes islamistas en sus operaciones. Sin embargo, no estaba en condiciones de brindar un balance exacto de víctimas de manera inmediata.
La ofensiva de la AMISOM (Misión de la Unión Africana en Somalia) fue lanzada días después de que el gobierno keniano señalara que en el ataque de un dron estadounidense en esta región murieron al menos 30 militantes shebab, incluidos varios comandantes.
El mes pasado en un ataque shebab contra una base de la AMISOM murieron decenas de soldados burundeses, en uno de los incidentes más sangrientos desde que las tropas de la UA llegaran a Somalia, ocho años atrás.
Por su parte, el ministro de Información somalí, Mohamed Abdi Hayir Mareye, dijo que la ofensiva del ejército somalí y la AMISOM continuará "hasta que hayamos retomado todas las áreas actualmente controladas por los terroristas".
También llamó a los combatientes shebab a desertar "antes de que el movimiento entre en una fase final catastrófica".
"Ofrecemos una amnistía a quienes cumplan cuatro simples condiciones: rechazar a Al Shebab, renunciar a la violencia, comprometerse a participar en el proceso de paz... y ser un embajador ante quienes siguen enrolados", subrayó.