Según fuentes políticas árabes y occidentales citadas por el periódico panárabe Al Hayat, fue la parte estadounidense la que pidió reunirse con el Frente Islámico.
El periódico añade: “La Administración estadounidense intenta reunirse con los representantes de todos los grupos de oposición que poseen una cierta influencia. Las reuniones buscan preparar la Conferencia de Ginebra-2”, afirma la fuente consultada por el periódico, que precisa: “Francia se opuso a este encuentro porque estimaba que podría llevar a un mayor debilitamiento del ESL y a una legitimación de los grupos armados islamistas que actúan en Siria.
Por el contrario, Gran Bretaña aceptó en un principio la celebración del encuentro antes de cambiar de opinión y seguir la tesis de Francia, según los analistas políticos.
Por su parte, el rechazo turco a permitir este encuentro en su territorio es muy significativo. Turquía ha apoyado al ESL mientras que Arabia Saudí busca imponerse sobre el terreno al resto de los patrocinadores del terrorismo en Siria mediante su apoyo al FI.
Al ser preguntado sobre la negativa turca, el embajador norteamericano en Siria, Robert Ford, prefirió culpar al Frente Islámico por el fracaso de la iniciativa. “El Frente Islámico se ha negado a participar en esta reunión por una razón desconocida”, afirmó.
Según diversas informaciones, el Frente Islámico se apoderó de un gran número de armas sofisticadas que iban destinadas al ESL. Fuentes informadas señalan que la Administración estadounidense está irritada con Ford porque éste le hizo llegar falsas informaciones que han conducido a un fracaso de su política en Siria. Algunas fuentes apuntan a que él podría ser destituido después de que se celebre la Conferencia de Ginebra-2. “Ford ha dañado la imagen de los servicios de inteligencia de EEUU por sus errores de apreciación”, señaló.