El atentado avivó el temor de un aumento de las tensiones entre las distintas comunidades y de una pérdida de confianza en el gobierno.
El atentado se produjo hacia las 06H00 locales (03H00 GMT) en un mercado de Ciudad Sadr, a la hora de mayor afluencia. La explosión dejó 54 muertos y 100 heridos, según el portavoz del ministro del Interior, el general de brigada Saad Maan.
El grupo EI reivindicó el atentado: "Una operación bendita permitió a los soldados del Estado Islámico hacer estallar el camión bomba", aseguraba el comunicado difundido en internet.
El grupo extremista sunita suele atentar contra miembros de la mayoría chiita de Irak, a los que considera herejes, y golpea con frecuencia lugares muy concurridos como mercados y cafés para causar el mayor número de víctimas.
El general Raymond Odierno, que fue el comandante de las tropas estadounidenses en Irak entre 2008 y 2010, aseguró el miércoles que cada día ve "más difícil" la reconciliación entre chiitas y sunitas y consideró que el país podría acabar dividiéndose.
Respecto a una posible división, "creo que son la región, los políticos y los diplomáticos quienes tienen que encontrar una solución, pero es algo que puede ocurrir", dijo.
"Quizá sea la única solución, pero aún no estoy dispuesto a decir esto", añadió.
Irak tiene tres comunidades que podrían separarse si se dividiera el país: los kurdos, que ya tienen una región autónoma en el norte, los sunitas y los chiitas.
"Tenemos que lidiar primero con el EI y decidir después cómo será (Irak)", afirmó Odierno.
El EI lanzó una gran ofensiva en junio de 2014 y conquistó grandes extensiones de territorio en Irak y en Siria, cometiendo todo tipo de atrocidades en ambos países, de violaciones a secuestros y ejecuciones sumarias.
El ejército iraquí, formado y equipado por Washington por millones de dólares, no pudo hacer frente a la ofensiva yihadista en los primeros meses.
En las últimas semanas, sin embargo, las fuerzas gubernamentales han reconquistado parte del territorio perdido con apoyo de Irán y de la coalición liderada por Estados Unidos, aunque gran parte del oeste del país sigue en manos del EI.
Los atentados son un elemento fundamental de la estrategia del EI, que utiliza explosivos para defender las zonas conquistadas y recurre a kamikazes para causar el mayor número de víctimas posible.
El lunes pasado, tres ataques reivindicados por el EI dejaron 33 muertos en la provincia de Diyala (noreste).
En julio, el grupo había reivindicado uno de los ataques más sangrientos de los últimos meses, un atentado suicida en un mercado que causó la muerte de al menos 120 personas y más de 100 heridos en Jan Bani Saad, una ciudad mayoritariamente chiita ubicada a 20 km al norte de Bagdad.
La lucha contra el EI "se encuentra en una especie de impasse" pero Estados Unidos "sigue progresando", consideró el general Odierno.
Además de las fuerzas gubernamentales iraquíes y las milicias chiitas, los Kurdos participan en primera línea en la lucha contra el grupo yihadista.
El ministerio alemán de Defensa, que forma a combatientes kurdos, aseguró el jueves que los peshmergas habían sufrido "hace algunos días" un ataque con armamento químico en el sudoeste de Erbil, la capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí.
Aunque no precisó quién era el autor del ataque, que está siendo investigado por especialistas estadounidenses, el EI ya ha sido acusado en el pasado de emplear este tipo de armamento contra kurdos en Siria.
El atentado se produjo hacia las 06H00 locales (03H00 GMT) en un mercado de Ciudad Sadr, a la hora de mayor afluencia. La explosión dejó 54 muertos y 100 heridos, según el portavoz del ministro del Interior, el general de brigada Saad Maan.
El grupo EI reivindicó el atentado: "Una operación bendita permitió a los soldados del Estado Islámico hacer estallar el camión bomba", aseguraba el comunicado difundido en internet.
El grupo extremista sunita suele atentar contra miembros de la mayoría chiita de Irak, a los que considera herejes, y golpea con frecuencia lugares muy concurridos como mercados y cafés para causar el mayor número de víctimas.
El general Raymond Odierno, que fue el comandante de las tropas estadounidenses en Irak entre 2008 y 2010, aseguró el miércoles que cada día ve "más difícil" la reconciliación entre chiitas y sunitas y consideró que el país podría acabar dividiéndose.
- "¿Una partición?" -
Respecto a una posible división, "creo que son la región, los políticos y los diplomáticos quienes tienen que encontrar una solución, pero es algo que puede ocurrir", dijo.
"Quizá sea la única solución, pero aún no estoy dispuesto a decir esto", añadió.
Irak tiene tres comunidades que podrían separarse si se dividiera el país: los kurdos, que ya tienen una región autónoma en el norte, los sunitas y los chiitas.
"Tenemos que lidiar primero con el EI y decidir después cómo será (Irak)", afirmó Odierno.
El EI lanzó una gran ofensiva en junio de 2014 y conquistó grandes extensiones de territorio en Irak y en Siria, cometiendo todo tipo de atrocidades en ambos países, de violaciones a secuestros y ejecuciones sumarias.
El ejército iraquí, formado y equipado por Washington por millones de dólares, no pudo hacer frente a la ofensiva yihadista en los primeros meses.
En las últimas semanas, sin embargo, las fuerzas gubernamentales han reconquistado parte del territorio perdido con apoyo de Irán y de la coalición liderada por Estados Unidos, aunque gran parte del oeste del país sigue en manos del EI.
Los atentados son un elemento fundamental de la estrategia del EI, que utiliza explosivos para defender las zonas conquistadas y recurre a kamikazes para causar el mayor número de víctimas posible.
El lunes pasado, tres ataques reivindicados por el EI dejaron 33 muertos en la provincia de Diyala (noreste).
En julio, el grupo había reivindicado uno de los ataques más sangrientos de los últimos meses, un atentado suicida en un mercado que causó la muerte de al menos 120 personas y más de 100 heridos en Jan Bani Saad, una ciudad mayoritariamente chiita ubicada a 20 km al norte de Bagdad.
- Salir del impasse -
La lucha contra el EI "se encuentra en una especie de impasse" pero Estados Unidos "sigue progresando", consideró el general Odierno.
Además de las fuerzas gubernamentales iraquíes y las milicias chiitas, los Kurdos participan en primera línea en la lucha contra el grupo yihadista.
El ministerio alemán de Defensa, que forma a combatientes kurdos, aseguró el jueves que los peshmergas habían sufrido "hace algunos días" un ataque con armamento químico en el sudoeste de Erbil, la capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí.
Aunque no precisó quién era el autor del ataque, que está siendo investigado por especialistas estadounidenses, el EI ya ha sido acusado en el pasado de emplear este tipo de armamento contra kurdos en Siria.