El mortífero conflicto entre Israel y el Hamas (acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica) ha atizado durante años la tensión entre la mayoría judía de Israel y la minoría árabe, que representa aproximadamente 20% de la población.
Los acontecimientos de los últimos meses, el asesinato de tres jóvenes judíos, la muerte de un joven palestino de Jerusalén este quemado vivo, y luego la guerra, liberaron la palabra, pero también desencadenaron actos de odio.
El lunes, por primera vez en tres años, se produjo en Jerusalén lo que la policía calificó de atentado "terrorista" en el cual murió un judío ortodoxo.
Ghasan Alian, coronel de la brigada Golani y de religión drusa, una secta esotérica surgida del ismaelismo, una corriente minoritaria del islam shiita, es un caso emblemático de esas tensiones.
Con sus tropas llevó adelante la ofensiva en el barrio de Shajaya en Gaza a fines de julio. La operación terminó con la muerte de decenas de palestinos, incluyendo numerosos niños, y conmocionó a la comunidad internacional. El coronel Alian perdió allí 13 hombres.
Los 130.000 drusos de Israel (en una población de aproximadamente ocho millones), contrariamente a los otros árabes-israelíes, están obligados a hacer tres años de servicio militar. Por su parte, el coronel Alian decidió hacer carrera en el ejército, al igual que sus dos hermanos, también oficiales. Luego de ser herido en Shajaya, este militar de 42 años regresó rápidamente al combate.
Su tío Zahi se manifiesta contra la guerra en Gaza. Él, que dice ser "palestino y árabe", afirma estar contra la guerra llevada a cabo "contra (su) pueblo, (sus) hermanos". "Yo estoy muy, muy enojado desde que me enteré de que Ghasan estaba en Gaza y además en Shajaya", dijo este quincuagenario en su casa de Shafa Amr.
Desde 1956, para los drusos, que se quejan de confiscaciones de tierras y de chocar con negativas cuando piden permisos de construcción, negarse a responder a la conscripción puede costar tres años de cárcel y complicaciones para encontrar empleo y vivienda.
Según el ejército, 10.717 árabes están actualmente enrolados en el ejército, la policía y los servicios penitenciarios israelíes, entre los cuales hay 6.967 drusos.
"Al obligar a los drusos a hacer el servicio militar, Israel asesta un golpe a nuestra sociedad árabe palestina, como trata de hacerlo en este momento al referirse al posible enrolamiento de (árabes-israelíes) cristianos para incentivar las tensiones religiosas", opinó Zahi Alian.
- Israelíes para el ejército, árabes en materia de derechos -
"Ghasan Alian sólo se representa a sí mismo y de ninguna manera a la comunidad drusa cuando participa en el ataque a Gaza", acusó Nakad Nakad, un abogado y militante druso que se negó a hacer el servicio militar.
Zahar Edin Sad, de 48 años, también se negó a servir bajo la bandera israelí. Él acusa al Estado hebreo de "haber convertido a Ghasan Alian en un héroe nacional hasta apartarlo completamente de sus hermanos palestinos".
Zahi Alian considera que "cuando se trata del servicio militar somos israelíes, pero cuando se trata de respetar nuestros derechos, seguimos siendo árabes".
Además de los drusos, hay 1,4 millones de árabes-israelíes que son blanco de actos cada vez más violentos.
Casi todos los días, organizaciones de defensa de los derechos humanos denuncian nuevos ataques, sobre todo por parte de los colonos israelíes, contra personas que son agredidas porque hablaban árabe, incluyendo a drusos que visten el uniforme. Algunos autobuses que transportaban a árabes-israelíes a manifestaciones contra la guerra fueron atacados.
Según Jaafar Fara, que dirige el centro Musawa para los derechos de los árabes-israelíes, "la violencia contra los árabes no es nueva, su discriminación está de todas formas inscrita en la ley".