"Eight days a week - The touring years", dirigido por Ron Howard ("Apolo 13", "Una mente brillante"), muestra cómo jóvenes simples se transforman en un fenómeno de masas en todo el planeta. De sus inicios en Liverpool a multiplicar sus actuaciones, rodar dos películas y desbordar estadios, hasta un concierto mítico en Nueva York en 1965 en el que cantan ante 56.000 personas.
El filme será proyectado en una sesión única el 15 de septiembre en Francia, Bélgica e Inglaterra, el 16 en Estados Unidos, y en otras fechas, a lo largo y ancho del mundo, antes de ser difundido por la plataforma de video en línea Hulu.
Junto al documental, en las salas también se proyectará un extracto de 30 minutos del famoso concierto de Nueva York.
Los dos miembros aún vivos de esta banda mítica, Paul McCartney y Ringo Starr, han contribuido en el filme, al igual que las viudas de John Lenon y George Harrison, Yoko Ono y Olivia Harrison.
Apple Corps, el sello de los Beatles, lanzó un llamamiento para encontrar grabaciones de conciertos raras o inéditas.
La cinta vuelve a la época donde los "Fab Four" eran "más populares que Jesús", una expresión empleada por John Lennon que haría rabiar a los conservadores estadounidenses.
"Como mucha gente, yo conocía a los Beatles, pero no conocía la intensidad [de la Beatlemanía]. Es bastante desconcertante", aseguró el director estadounidense en declaraciones recogidas por la producción del filme, destacando "su impacto en la cultura popular".
El documental, trufado de testimonios de fans célebres (las actrices Sigourney Weaver y Whoopi Goldberg, entre otras) evidencia la locura suscitada por cada aparición del grupo, pero también su creciente malestar ante el fenómeno desencadenado por ellos mismos. "Cuando cantaba 'Help' ["ayuda"], lo pensaba realmente", resume John Lennon en un extracto.
Desgastados por años en la carretera, en 1966 decidieron dejar de hacer conciertos para consagrarse a la grabación de discos. Tres años después, volvieron a subir al escenario y tocaron en el tejado de un edificio en Londres, su última aparición pública a cuatro, una actuación que entra en la leyenda.
Dejando de lado la vida privada de los miembros del grupo, la evolución vivida por la banda y sus componentes es descrita con ritmo en este inspirado documental.
El documental también explica como el rechazo de los Beatles de tocar en estadios del sur de Estados Unidos donde obligaban a los blancos y a los negros a estar separados contribuyó a luchar contra la segregación.
El filme será proyectado en una sesión única el 15 de septiembre en Francia, Bélgica e Inglaterra, el 16 en Estados Unidos, y en otras fechas, a lo largo y ancho del mundo, antes de ser difundido por la plataforma de video en línea Hulu.
Junto al documental, en las salas también se proyectará un extracto de 30 minutos del famoso concierto de Nueva York.
Los dos miembros aún vivos de esta banda mítica, Paul McCartney y Ringo Starr, han contribuido en el filme, al igual que las viudas de John Lenon y George Harrison, Yoko Ono y Olivia Harrison.
Apple Corps, el sello de los Beatles, lanzó un llamamiento para encontrar grabaciones de conciertos raras o inéditas.
La cinta vuelve a la época donde los "Fab Four" eran "más populares que Jesús", una expresión empleada por John Lennon que haría rabiar a los conservadores estadounidenses.
"Como mucha gente, yo conocía a los Beatles, pero no conocía la intensidad [de la Beatlemanía]. Es bastante desconcertante", aseguró el director estadounidense en declaraciones recogidas por la producción del filme, destacando "su impacto en la cultura popular".
El documental, trufado de testimonios de fans célebres (las actrices Sigourney Weaver y Whoopi Goldberg, entre otras) evidencia la locura suscitada por cada aparición del grupo, pero también su creciente malestar ante el fenómeno desencadenado por ellos mismos. "Cuando cantaba 'Help' ["ayuda"], lo pensaba realmente", resume John Lennon en un extracto.
Desgastados por años en la carretera, en 1966 decidieron dejar de hacer conciertos para consagrarse a la grabación de discos. Tres años después, volvieron a subir al escenario y tocaron en el tejado de un edificio en Londres, su última aparición pública a cuatro, una actuación que entra en la leyenda.
Dejando de lado la vida privada de los miembros del grupo, la evolución vivida por la banda y sus componentes es descrita con ritmo en este inspirado documental.
El documental también explica como el rechazo de los Beatles de tocar en estadios del sur de Estados Unidos donde obligaban a los blancos y a los negros a estar separados contribuyó a luchar contra la segregación.