Los grabados y pinturas, hallados a 300 metros de profundidad en la cueva Atxurra, situada a unos 50 km de la ciudad vasca de Bilbao, representan mayoritariamente a animales: caballos, bisontes, cabras y ciervos.
"A día de hoy, Atxurra se puede considerar la cavidad con mayor número de grabados" del País Vasco, aseguró en rueda de prensa la responsable de cultura de la provincia, Lorea Bilbao.
Los arqueólogos estimaron en al menos 70 el número de pinturas que representan a animales y que se extienden sobre "unos 100 metros", según la diputación provincial.
"Todas las grafías muestran una notable coherencia interna que se puede atribuir, sin reservas, a momentos finales del Paleolítico Superior", en concreto al periodo de hace entre 12.500 y 14.500 años, precisó en un comunicado.
La cueva permanecerá cerrada al público para conservar las obras y debido a las dificultades de acceso.
Un grupo de espeleólogos encargado en 2014 por las autoridades locales de explorar la cueva, decubierta en 1929, había hallado las pinturas rupestres en septiembre de 2015.
En el norte de España existen numerosas cuevas decoradas con pinturas rupestres del Paleolítico. Algunas de ellas, en especial las cuevas de Altamira con su multicolor "Sala de los Bisontes", están clasificadas en el patrimonio mundial de la Unesco.
"A día de hoy, Atxurra se puede considerar la cavidad con mayor número de grabados" del País Vasco, aseguró en rueda de prensa la responsable de cultura de la provincia, Lorea Bilbao.
Los arqueólogos estimaron en al menos 70 el número de pinturas que representan a animales y que se extienden sobre "unos 100 metros", según la diputación provincial.
"Todas las grafías muestran una notable coherencia interna que se puede atribuir, sin reservas, a momentos finales del Paleolítico Superior", en concreto al periodo de hace entre 12.500 y 14.500 años, precisó en un comunicado.
La cueva permanecerá cerrada al público para conservar las obras y debido a las dificultades de acceso.
Un grupo de espeleólogos encargado en 2014 por las autoridades locales de explorar la cueva, decubierta en 1929, había hallado las pinturas rupestres en septiembre de 2015.
En el norte de España existen numerosas cuevas decoradas con pinturas rupestres del Paleolítico. Algunas de ellas, en especial las cuevas de Altamira con su multicolor "Sala de los Bisontes", están clasificadas en el patrimonio mundial de la Unesco.