El manuscrito, compuesto por varias páginas en las que hay pasajes inéditos y otros que fueron censurados, fue donado por Annie Salomon, hija del hispanista francés Noël Salomon, a la Biblioteca Nacional.
"Es un manuscrito fragmentario", explicó el catedrático de historia de la literatura española, Adolfo Sotelo en una rueda de prensa en la Biblioteca Nacional, en la que estuvo acompañado por la donante, la directora de la institución, Ana Santos, y la viuda del escritor, Marina Castaño.
"Seguramente Cela dejó el manuscrito al profesor Noël Salomon de manera que pudiera estudiar el impacto de la censura sobre un texto literario", añadió Sotelo.
De ahí, que algunas de las páginas que constituyen el manuscrito tengan pasajes tachados e incluso el sello de la censura franquista.
Según Sotelo, "el grueso del manuscrito es parte de la copia que Camilo José Cela presentó a la censura el 7 de enero de 1946" y que constituía una primera redacción de la obra maestra de Cela, en la que hace un retrato de la sociedad en la posguerra española a través de más de 300 personajes y sus relaciones durante tres días de 1942.
Esta copia, que la censura rechazó considerando que atacaba el dogma y la moral y que tenía un valor literario "escaso", estaba destinada a ser enviada al editor Carlos F. Maristany para su publicación.
Entre las hojas, hay incluso un "protocolo de la publicación" que Cela envía al editor detallando "como tenía que ser el lomo, de que color tenía que ser la cubierta", explicó el profesor Sotelo.
La mayoría de las hojas están mecanografiadas, algunas con correcciones a mano y tachaduras del propio escritor, mientras que unas pocas son manuscritas.
El manuscrito contiene también pasajes inéditos que ni siquiera fueron presentados a la censura, como una escena de alto contenido erótico, en el que describe explícitamente una relación lésbica.
Cela consiguió editar "La Colmena" por primera vez en Argentina en 1951, también tras pasar por la censura del país sudamericano, pero hasta ese momento trabajó el texto hasta "dar a su novela cinco redacciones distintas si bien los estados del texto conservado son muchos más y desde luego, todo parece indicar que algunos pequeños borradores se han extraviado o no se han conservado", dijo el profesor Sotelo.
"El presente manuscrito tiene un alto valor para comprobar dos cuestiones: la primera la naturaleza de los pasajes censurados. Confirma que la censura estaba muy preocupada por los aspectos eróticos", según Sotelo.
"La segunda para comprobar junto con las versiones de la Fundación Camilo José Cela el esmerado trabajo de creación, de reelaboración y como decía el propio autor de sufrimiento, de los textos por parte del escritor", añadió.
"'La Colmena' no es un manuscrito, sino un haz de manuscritos y este es pieza sustancial en ese haz", añadió el profesor, que consideró que se podría hacer con los pasajes descubiertos "una edición completa en apéndice y colocados indicando al lector" donde irían.
La viuda del escritor, Marina Castaño, consideró que sería "una idea extraordinaria porque sería algo así como sacar una obra inédita del escritor" y no escondió su deseo de que si se hiciera, pudiera presentarse en 2016 cuando se cumpla el centenario del nacimiento de Cela.