Para los serbios, en cambio, sigue siendo el "héroe" y el "asesino de un tirano", que quería unificar a los eslavos del sur, independientemente de su etnia y religión, en un único país independiente.
Vasa Cubrilovic, uno de los conjurados de Sarajevo que se convirtió en ministro en la Yugoslavia de Tito, explicaba en 1984 que "los Habsburgo eran unos egocéntricos que solo se movían por ellos mismos y por sus propios intereses. Nuestra actitud con ellos era la misma en el resto de países".
En cambio, la mayoría de los historiadores musulmanes estiman hoy que Princip y su organización, la Mlada Bosna (Joven Bosnia), querían sobre todo unir Bosnia a Serbia.
Aunque los protagonistas reconciliados de la I Guerra Mundial, sobre todo Francia y Alemania, van a conmemorar juntos en Sarajevo el centenario de la guerra, este aniversario ha reavivado las divisiones en los Balcanes, que apenas han superado los sangrientos conflictos que surgieron tras el desmembramiento de Yugoslavia.
Los serbios de Bosnia se han negado a participar en las ceremonias oficiales previstas en Sarajevo, al considerarlas "revisionistas", y preparan sus propios actos, apadrinados por el presidente de la entidad serbia, Milorad Dodik, y la estrella del cine balcánico, el director serbio Emir Kusturica.
"Gavrilo Princip será recordado aquí como un héroe nacional", ha prometido Kusturica.
También se inaugurará un monumento en honor de Gavrilo Princip en Visegrad, en Bosnia oriental, así como en Belgrado y en un barrio de Sarajevo habitado por serbios.
- Desapareció placa conmemorativa -
Desde que se anunciaron en 2013 las ceremonias conjuntas europeas con motivo del Centenario, Dodik ha denunciado "un nuevo intento de revisión histórica" que pretende, según él, acusar a los serbios de originar la guerra.
Desde el fin de la guerra intercomunitaria de Bosnia que dejó cerca de 100.000 muertos entre 1992 y 1995, ese país está dividido en dos entidades, una serbia y otra croatomusulmana.
En 1992, al inicio del conflicto, la losa de piedra que tenía las huellas de los pies de Gavrilo Princip en el mismo lugar donde disparó contra el heredero del imperio austrohúngaro desapareció de Sarajevo, una ciudad de mayoría musulmana y croata.
También desapareció la placa conmemorativa de la Yugoslavia comunista que explicaba que el atentado de Princip reflejó la "protesta popular contra la tiranía".
El puente cercano al lugar del atentado, que recibió el nombre del joven estudiante nacionalista, recuperó su viejo nombre de "Puente latino".
"En el ejército (serbio de Bosnia) que bombardeaba Sarajevo durante la guerra (1992-95) se profesaba culto a Gavrilo Princip", dice el historiador bosnio musulmán Husnija Kamberovic, para explicar "el contexto en el que ha cambiado la percepción del personaje" entre la población de la capital bosnia.
"Cien años más tarde, se ha vuelto a revisar todo lo que está relacionado con la I Guerra Mundial, el atentado, sus orígenes y el inicio de la guerra", dice Kamberovic, director del Instituto de Historia de Sarajevo, que prepara una conferencia internacional sobre este tema.
Por su parte, el historiador serbobosnio Slobodan Soja considera que es "injusto" tildar a Princip y a sus cómplices de "terroristas".
"Lo que es trágico es que pertenecían a la mejor generación que habíamos tenido (...) Es cierto que perpetraron un atentado odioso, pero hay que señalar que no diferenciaban los pueblos eslavos, independientemente de que fueran católicos, musulmanes u ortodoxos", precisa Soja.