Una Nueva York "paralela" exhibida en las obras fotorrealistas de Richard Estes


Nueva York, Estados Unidos. - Central Park, el puente de Brookyln, el ferry de Staten Island: a simple vista parecen fotografías de lugares icónicos de Nueva York, pero las pinturas del estadounidense Richard Estes van más allá y crean un mundo paralelo, como lo muestra una exposición en el Museo de Arte y Diseño de Manhattan.



Looking east from 8th avenue
Looking east from 8th avenue

Abierta desde este martes hasta el 20 de septiembre, "Richard Estes: Pintando la Ciudad de Nueva York" es la primera muestra dedicada a la técnica y proceso de creación de este maestro del fotorrealismo de 82 años, oriundo de Illinois pero residente en la Gran Manzana desde fines de los años 1950.

La exposición recorre cinco décadas de producción de Estes, "paradigmático ejemplo de un artista de clase mundial así como un consumado artesano" que "usa su extraordinario talento como un medio para abrir posibilidades de forma y contenido", como afirmó el director del museo, Glenn Adamson.

"¿Cómo es capaz de hacer estas extraordinarias obras?": la pregunta lanzada por Adamson en la presentación de la muestra a la prensa es la que todo el mundo se hace frente a estas pinturas, algunas de ellas enormes, que parecen copias perfectas de fotografías tomadas por el propio Estes y que en realidad tiene una identidad propia.

Desde sus imponentes "Domingo a la tarde en el parque" (1989) hasta el "Ferry de Staten Island llegando a Manhattan" (2012), pasando por el fundacional "Horn and Hardart Automat" (1967), sus pinturas muestran una Nueva York tangible pero al mismo tiempo secreta, con detalles y juegos de reflejos que el observador solo descubre con paciencia.

Uno de los mejores y más ingeniosos recursos técnicos de Estes es la utilización de escaparates, ventanas y superficies metálicas para mostrar lo que yace fuera de la escena en sí que es objeto de la obra.

 

- "Un artista muy astuto" -

 

En el caso de "Autobús con reflejo del Flatiron Building" (1966-67), uno descubre que la figura de un pasajero que asoma por la ventana del vehículo aparece dos veces más, sobre el capó y el vidrio trasero de un automóvil, que a su vez reflejan el célebre edificio alargado. 

Estes es un "artista muy astuto, muy manipulador", señaló en ese sentido Adamson.

Para el curador Patterson Sims, Estes es además uno de los "más grandes partidarios  y pintores" de Nueva York, una fuente inagotable de inspiración a la que sigue retratando, como lo demuestra su minucioso "Corner Cafe" (2014-2015), recientemente terminado y presentado por primera vez en público.

"Las fachadas y paisajes urbanos de Estes, sus vistas de edificios venerados o banales que habitualmente pasan desapercibidos permanecen como vibrantes afirmaciones y celebraciones de una ciudad excitante siempre en evolución", sostuvo. 

La muestra, dividida en tres salas, incluye varias de las cientos de fotografías tomadas por Estes para crear sus obras, una tarea a la cual dedica habitualmente el domingo por la mañana, cuando la ciudad frena un poco su frenético ritmo, según indicó Sims.

Las pinturas "no están basadas en una foto en particular", explicó el curador, precisando que el artista "tomaba unas 20" para cada obra.

Así, por ejemplo, Estes puede agregar o retirar un individuo, "mover" levemente de lugar los edificios o cambiar colores y otros detalles, con fines estéticos y de composición.

Otra marca registrada del artista es incluir su firma de manera ingeniosa, ya sea en en lo alto de un edificio o en un cable de acero de un puente.

Martes, 10 de Marzo 2015
AFP (Agencia France-Presse)
           


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