"El Barrio Judío" transcurre en la zona de Haret al Yahud, en El Cairo en 1948, durante la guerra árabo-israelí y muestra una sociedad casi idílica donde musulmanes, cristianos y judíos viven juntos.
"Quería presentar mostrar este cosmopolitismo que reunía a todas las religiones" y "mostrar como era Egipto y como es hoy", dijo el guionista Medhat al Adl.
Para el escritor el objetivo es romper los "tabúes y los prejuicios", en contraste con las despectivas representaciones de los judíos que trasmiten las películas y la televisión en las últimas décadas.
La serie fue inicialmente celebrada por Israel, cuya representación en El Cairo dijo estar encantada de ver que "por primera vez, los judíos son representados de acuerdo a su verdadera naturaleza, como seres humanos".
Sin embargo, la producción es abiertamente antisionista, por lo que la delegación diplomática de Israel posteriormente criticó el desarrollo de la trama, como un "ataque" en contra de su Estado.
La teleserie está siendo difundida durante el Ramadán, el mes sagrado del islam, que es considerada como la temporada más importante de la televisión egipcia.
Más de 80.000 judíos vivían en Egipto antes de la creación del Estado de Israel en 1948, que marcó el comienzo de un éxodo.
Pero las guerras entre Egipto e Israel, y el antisemitismo que generaron, obligó a muchos judíos a irse, mientras que otros fueron expulsados.
Actualmente, sólo quedan docenas de mujeres, la mayoría de ellas ancianas, que viven en Cairo y Alejandría.
La trama se desarrolla en torno a la historia de amor entre Aly, un militar musulmán que pelea en la guerra de 1948, y una joven judía llamada Leila, que es una elegante vendedora francófona que trabaja en una tienda de lujo en Cairo.
La serie es protagonizada por el actor jordano Eyad Nasar y la actriz egipcia Menna Shalabi.
"Descubrimos Egipto en una era diferente", dijo Rana Jalil, una entusiasta televidente de 23 años, sentada en un estiloso café de El Cairo.
"Los personajes son elegantes y están bien vestidos. Además estoy aprendiendo sobre el judaísmo", agregó.
La serie también muestra las tramas políticas que afectan a la próspera comunidad, que se ve afectada por ataques contra sus negocios, que en la ficción son cometidos por la organización islamista Hermanos Musulmanes.
Sin embargo, la serie ha sido criticada por algunos judíos egipcios.
Magda Haroun, líder de la pequeña comunidad hebrea, dijo que hay muchos errores históricos, incluyendo la forma en la que se representan los ritos religiosos.
La representante de la comunidad también dice que no es cierto que los judíos fueran simpatizantes tan activos del sionismo.
Albert Arie, de 85 años, también expresó su decepción. Este antiguo comunista, que se convirtió al islam y que se casó con una mujer musulmana, está muy descontento con la serie, ya que afirma que la mayoría de los habitantes del barrio eran "probablemente los judíos más pobres del mundo".
"Yo me pregunto: ¿Qué es esta porquería?", se cuestiona Arie, en un perfecto francés, afirmando que la serie sería más creíble si hubiera sido filmada en uno de los barrios judíos donde vivía la clase media.
"No tiene sentido. Muestra casas acaudaladas mientras que Haret al Yahud era un amasijo de callejuelas, con casas viejas y casas derrumbándose", recordó Arie, que estuvo preso durante 11 años por sus actividades políticas.
Pese a las inexactitudes, sin embargo, si reconoció el hecho que la serie muestra "una imagen positiva de los judíos, que ya no son bastardos".
"Quería presentar mostrar este cosmopolitismo que reunía a todas las religiones" y "mostrar como era Egipto y como es hoy", dijo el guionista Medhat al Adl.
Para el escritor el objetivo es romper los "tabúes y los prejuicios", en contraste con las despectivas representaciones de los judíos que trasmiten las películas y la televisión en las últimas décadas.
La serie fue inicialmente celebrada por Israel, cuya representación en El Cairo dijo estar encantada de ver que "por primera vez, los judíos son representados de acuerdo a su verdadera naturaleza, como seres humanos".
Sin embargo, la producción es abiertamente antisionista, por lo que la delegación diplomática de Israel posteriormente criticó el desarrollo de la trama, como un "ataque" en contra de su Estado.
La teleserie está siendo difundida durante el Ramadán, el mes sagrado del islam, que es considerada como la temporada más importante de la televisión egipcia.
Más de 80.000 judíos vivían en Egipto antes de la creación del Estado de Israel en 1948, que marcó el comienzo de un éxodo.
Pero las guerras entre Egipto e Israel, y el antisemitismo que generaron, obligó a muchos judíos a irse, mientras que otros fueron expulsados.
Actualmente, sólo quedan docenas de mujeres, la mayoría de ellas ancianas, que viven en Cairo y Alejandría.
- Otra era -
La trama se desarrolla en torno a la historia de amor entre Aly, un militar musulmán que pelea en la guerra de 1948, y una joven judía llamada Leila, que es una elegante vendedora francófona que trabaja en una tienda de lujo en Cairo.
La serie es protagonizada por el actor jordano Eyad Nasar y la actriz egipcia Menna Shalabi.
"Descubrimos Egipto en una era diferente", dijo Rana Jalil, una entusiasta televidente de 23 años, sentada en un estiloso café de El Cairo.
"Los personajes son elegantes y están bien vestidos. Además estoy aprendiendo sobre el judaísmo", agregó.
La serie también muestra las tramas políticas que afectan a la próspera comunidad, que se ve afectada por ataques contra sus negocios, que en la ficción son cometidos por la organización islamista Hermanos Musulmanes.
- Críticas de los judíos egipcios -
Sin embargo, la serie ha sido criticada por algunos judíos egipcios.
Magda Haroun, líder de la pequeña comunidad hebrea, dijo que hay muchos errores históricos, incluyendo la forma en la que se representan los ritos religiosos.
La representante de la comunidad también dice que no es cierto que los judíos fueran simpatizantes tan activos del sionismo.
Albert Arie, de 85 años, también expresó su decepción. Este antiguo comunista, que se convirtió al islam y que se casó con una mujer musulmana, está muy descontento con la serie, ya que afirma que la mayoría de los habitantes del barrio eran "probablemente los judíos más pobres del mundo".
"Yo me pregunto: ¿Qué es esta porquería?", se cuestiona Arie, en un perfecto francés, afirmando que la serie sería más creíble si hubiera sido filmada en uno de los barrios judíos donde vivía la clase media.
"No tiene sentido. Muestra casas acaudaladas mientras que Haret al Yahud era un amasijo de callejuelas, con casas viejas y casas derrumbándose", recordó Arie, que estuvo preso durante 11 años por sus actividades políticas.
Pese a las inexactitudes, sin embargo, si reconoció el hecho que la serie muestra "una imagen positiva de los judíos, que ya no son bastardos".