Evo Morales-izquierda-y Lula
Fundado en 1990 por el brasileño Partido de los Trabajadores bajo el liderazgo de Luiz Inacio Lula da Silva, que luego ejerció la presidencia entre 2003 y 2010, el foro arrancó el viernes en Sao Paulo con un millar de delegados de grupos y partidos políticos de izquierda de la región, varios de ellos en el poder en países como Bolivia, Brasil, Ecuador, Cuba, Nicaragua y Venezuela, entre otros.
Según el documento final del encuentro, en cuya clausura participó el presidente boliviano Evo Morales, frente a "la profunda crisis del capitalismo" América Latina "vive no sólo una época de cambios sino un cambio de época".
La integración regional es la gran respuesta de América Latina, según el Foro.
"Esta respuesta debe contener la perspectiva de alcanzar la complementariedad económica, reducir las asimetrías y promover el desarrollo económico y social de nuestro continente", señaló la declaración.
El texto cuestiona a la Alianza del Pacífico recién formada por Chile, Perú, Colombia y México, un bloque que avanza hacia un área de libre comercio y estimula el intercambio con los países de Asia.
"Denunciamos las tentativas, inspiradas en potencias extra-regionales, en el sentido de fracturar y sabotear la integración regional, como es el caso de la llamada Alianza del Pacífico y la búsqueda incesante por generar crisis y estimular divisiones en el Mercosur", señaló la declaración.
"No por casualidad", continuó, está formada "por países que poseen tratados de libre comercio con Estados Unidos".
El viernes, en la apertura del Foro, Lula también cuestionó a este bloque, al que señaló como un intento de debilitar a otros mecanismos de integración regionales como el Mercosur o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), una alianza de países de América sin Estados Unidos ni Canadá.
"Ahí está la Alianza del Pacífico, que además de intereses comerciales sobre los que nadie puede reclamar, esconde por detrás el interés geopolítico de debilitar la alianza de Suramérica y la Celac", dijo en un encendido discurso.
Pero al cierre de este encuentro también hubo espacio para la autocrítica. El presidente boliviano aseguró que los gobiernos de izquierda no están a salvo de los "levantamientos" populares.
"Yo soy un convencido de que si en un país, por más de izquierda que sea el presidente o el gobierno, si falta alimento, o falta movimiento económico, o si falta energía, no hay gobiernos que puedan soportar levantamientos de nuestros pueblos", comentó Morales.
"Si falta algo no sirve de nada la ideología", enfatizó el mandatario izquierdista, cuyo gobierno tiene gran sintonía política con los de Venezuela, Ecuador o Argentina.
También Lula planteó el viernes que está "convencido" de que es posible tener "un nuevo modelo de izquierda", al reconocer que las masivas protestas de junio en Brasil los tomó "por sorpresa".
Más de un millón de personas salieron a la calle en varias ciudades brasileñas en demanda de mejor educación y salud públicas, cargando contra la corrupción, los partidos políticos y los millonarios gastos del Estado en el Mundial-2014.
Las movilizaciones derrumbaron la popularidad de la mandataria izquierdista Dilma Rousseff, que hasta antes de las protestas figuraba como amplia favorita para las elecciones de 2014.
La declaración final del décimo noveno encuentro del Foro criticó además "las maniobras" de Estados Unidos por "retardar su pérdida relativa de poder", al comentar las revelaciones sobre espionaje.
"Rechazamos totalmente este tipo de injerencia en nuestros países", señaló la declaración final.
La anterior cita del Foro fue en julio de 2012 en Caracas, en cuya sesión final participó el entonces presidente venezolano Hugo Chávez, fallecido en marzo pasado, homenajeado en el encuentro en Sao Paulo.
La reunión del próximo año del Foro de Sao Paulo será en Cochabamba, Bolivia.
Según el documento final del encuentro, en cuya clausura participó el presidente boliviano Evo Morales, frente a "la profunda crisis del capitalismo" América Latina "vive no sólo una época de cambios sino un cambio de época".
La integración regional es la gran respuesta de América Latina, según el Foro.
"Esta respuesta debe contener la perspectiva de alcanzar la complementariedad económica, reducir las asimetrías y promover el desarrollo económico y social de nuestro continente", señaló la declaración.
El texto cuestiona a la Alianza del Pacífico recién formada por Chile, Perú, Colombia y México, un bloque que avanza hacia un área de libre comercio y estimula el intercambio con los países de Asia.
"Denunciamos las tentativas, inspiradas en potencias extra-regionales, en el sentido de fracturar y sabotear la integración regional, como es el caso de la llamada Alianza del Pacífico y la búsqueda incesante por generar crisis y estimular divisiones en el Mercosur", señaló la declaración.
"No por casualidad", continuó, está formada "por países que poseen tratados de libre comercio con Estados Unidos".
El viernes, en la apertura del Foro, Lula también cuestionó a este bloque, al que señaló como un intento de debilitar a otros mecanismos de integración regionales como el Mercosur o la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), una alianza de países de América sin Estados Unidos ni Canadá.
"Ahí está la Alianza del Pacífico, que además de intereses comerciales sobre los que nadie puede reclamar, esconde por detrás el interés geopolítico de debilitar la alianza de Suramérica y la Celac", dijo en un encendido discurso.
Pero al cierre de este encuentro también hubo espacio para la autocrítica. El presidente boliviano aseguró que los gobiernos de izquierda no están a salvo de los "levantamientos" populares.
"Yo soy un convencido de que si en un país, por más de izquierda que sea el presidente o el gobierno, si falta alimento, o falta movimiento económico, o si falta energía, no hay gobiernos que puedan soportar levantamientos de nuestros pueblos", comentó Morales.
"Si falta algo no sirve de nada la ideología", enfatizó el mandatario izquierdista, cuyo gobierno tiene gran sintonía política con los de Venezuela, Ecuador o Argentina.
También Lula planteó el viernes que está "convencido" de que es posible tener "un nuevo modelo de izquierda", al reconocer que las masivas protestas de junio en Brasil los tomó "por sorpresa".
Más de un millón de personas salieron a la calle en varias ciudades brasileñas en demanda de mejor educación y salud públicas, cargando contra la corrupción, los partidos políticos y los millonarios gastos del Estado en el Mundial-2014.
Las movilizaciones derrumbaron la popularidad de la mandataria izquierdista Dilma Rousseff, que hasta antes de las protestas figuraba como amplia favorita para las elecciones de 2014.
La declaración final del décimo noveno encuentro del Foro criticó además "las maniobras" de Estados Unidos por "retardar su pérdida relativa de poder", al comentar las revelaciones sobre espionaje.
"Rechazamos totalmente este tipo de injerencia en nuestros países", señaló la declaración final.
La anterior cita del Foro fue en julio de 2012 en Caracas, en cuya sesión final participó el entonces presidente venezolano Hugo Chávez, fallecido en marzo pasado, homenajeado en el encuentro en Sao Paulo.
La reunión del próximo año del Foro de Sao Paulo será en Cochabamba, Bolivia.