"Si nosotros, los que hemos sido afectados por la violencia, damos un paso determinante (...) ¿por qué no hacerlo el resto del país, por qué no ha de perdonar el resto de Colombia?", preguntó Constanza Turbay, quien perdió ocho familiares a manos de la guerrilla de las FARC, incluidos dos hermanos y su madre.
En esta conmovedora sesión de testimonios, que duró casi nueve horas, hablaron 12 víctimas del conflicto armado de medio siglo.
No mostraron odio ni deseos de venganza y, a pesar de tener visiones políticas diferentes, declararon que tenían "disposición de unidad entre nosotros y nosotras".
"Tenemos un compromiso grande con nuestro país y ese sentimiento está por encima de nuestro sentimientos personales", indicó Ángela María Giraldo, hermana del diputado departamental Francisco Javier Giraldo, asesinado por las FARC en 2007, que antes lo mantuvo secuestrado cinco años en la selva.
"Los que no le apuestan a la paz es porque nunca han vivido lo que nosotros hemos vivido. Yo creo en la paz y no es justo que las personas que se oponen a ese proceso acaben con un sueño", agregó, aunque admitió que no toda su familia comparte su postura.
- "La muerte afecta a todos" -
Los 12 afectados hicieron declaraciones semejantes, aunque fueron victimizados por diferentes actores armados: guerrilla, militares, paramilitares y narcotraficantes.
"La muerte ha afectado a todos los grupos (...): se ha llevado líderes de derecha, de izquierda, periodistas, miembros de las fuerzas militares hasta miembros de las fuerzas insurgentes", dijo Constanza Turbay, añadiendo que "no se justifica este derramamiento de sangre".
Las palabras de los 12 afectados contrastaron con la polarización vivida en Colombia, al arrancar la última semana la discusión sobre reparación de las víctimas, el punto más sensible de las negociaciones de paz iniciadas en 2012.
También con el turbulento clima de la campaña electoral colombiana, que culminó en junio con una reelección en balotaje del presidente Juan Manuel Santos, en la que la principal controversia fue el proceso de paz.
- "Terminar círculo de la violencia" -
Los 12 afectados -escogidos por la ONU, la Universidad Nacional y la Conferencia Episcopal de Colombia-, pidieron terminar "el círculo de la violencia", que ha dejado 220.000 muertos y cinco millones de desplazados en medio siglo.
Su testimonio impactó a los delegados de paz e incluso al representante de la ONU en Bogotá, Fabrizio Hochschild, un veterano que sirvió en los años 1990 como comisionado para los refugiados en Bosnia-Herzegovina, devastada por un sangriento conflicto étnico.
"Yo trabajo hace 30 años con víctimas en todos los continentes en muchas situaciones de conflicto y ésta ha sido una de las experiencias más conmovedoras", contó Hochschild a la AFP.
Cada víctima tuvo apenas 15 minutos para relatar su caso y plantear sus demandas, con la esperanza de que se plasmen en un eventual acuerdo de paz.
Pero aclararon que buscan reparación moral, no dádivas.
"No estamos acá por dinero, apostamos por un proceso de paz duradera", dijo Luz Marina Bernal, cuyo hijo con discapacidad mental fue secuestrado y asesinado en 2008 por militares que lo presentaron como un guerrillero abatido en combate.
- "Héroes de conflicto sin héroes" -
En la emotiva sesión, algunas víctimas estuvieron por primera vez cara a cara con los representantes de sus victimarios.
"Iván Márquez (jefe negociador de las FARC) se acercó y me pidió perdón. Me dijo que fue una equivocación lo que cometieron con mi familia", relató Turbay, quien afirmó que este reconocimiento ha sido el hecho "más trascendental" de su vida.
Una experiencia similar vivió el suboficial retirado Alfonso Mora, cuyo hijo -que era miliciano urbano de las FARC- fue secuestrado, torturado y asesinado por militares, quien contó que tras exponer su caso los generales Oscar Naranjo y Jorge Mora, los uniformados de la delegación del gobierno, "se arrimaron a mí (...) y muy respetuosamente me escucharon con mucha atención".
Hochschild expresó que en Colombia, "donde hubo atrocidades de todos los actores armados, es difícil hablar de héroes".
"Los verdaderos héroes y las verdaderas heroínas de ese conflicto para mí son precisamente las víctimas como ellos, que han logrado trascender su dolor (...), para transformarse en luchadores para la paz", dijo a la AFP.