Manifestantes en Saná, Yemen.
La multitud que participó en la manifestación contra el régimen se extendió a lo largo de cuatro kilómetros por el centro de la capital en lo que se había bautizado como "el viernes de la última oportunidad", según el corresponsal de la AFP en el lugar.
Los responsables del movimiento de protesta, que se inició en enero, llamaron a una jornada de huelga general para el sábado.
A unos kilómetros de allí, pero también en Saná, los partidarios de Saleh, en el poder desde hace 32 años, organizaron una marcha para un "viernes de reconciliación".
El ejército y la policía llevaron a cabo amplios despliegues para evitar los enfrentamientos entre ambos bandos.
El presidente yemení se dirigió a sus partidarios para reiterar que no abandonará el poder antes del final de su mandato en 2013, respondiendo así a una propuesta de salida de la crisis del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), consistente en la dimisión de Saleh tras la formación de un gobierno de unidad.
"Insistimos en nuestra lealtad a la legitimidad constitucional por lealtad hacia nuestro pueblo y rechazamos categóricamente los intentos de golpe de Estado contra la libertad, la democracia y el pluralismo político", manifestó.
"Acogemos favorablemente la iniciativa de los ministros del CCG, con quienes vamos a cooperar de manera positiva, en el marco de la Constitución", insistió. "Aquellos que quieran el poder que se sometan al veredicto de las urnas", sentenció.
Los opositores reafirmaron su exigencia de una salida inmediata de Saleh del poder. "A los países vecinos: no a las negociaciones, no al diálogo", pudo leerse en unas pancartas, en referencia a la propuesta del CCG. "No a las iniciativas, sólo debes irte", corearon los manifestantes al presidente.
Según una fuente gubernamental, el CCG (formado por Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar) propuso "la formación de un gobierno de unión". "El presidente debería presentar su dimisión al Parlamento en un plazo de 30 días", después de la formación del nuevo gobierno, que se encargaría de organizar unas elecciones presidenciales en un plazo máximo de 60 días.
Según un alto responsable de la oposición, Hasan Zayd, la propuesta prevé la "dimisión de Saleh y la promulgación de una ley de amnistía" que garantice al todavía presidente que no se le perseguirá una vez abandone el poder.
La oposición reclama que se juzgue a Saleh y considera "inaceptable" su permanencia en el poder una vez se haya formado un nuevo gobierno. "La marcha del presidente es esencial para una solución" al conflicto, dijo Zayd.
Otro de los grupos opositores, "Jóvenes de la Revuelta Pacífica", uno de los grupos originarios de las protestas, también rechazó la propuesta del CCG por permitir a Saleh mantenerse en el poder y por "ofrecerle una protección, a él, a su familia y a sus allegados, que son asesinos". Este grupo convocó una huelga general para el sábado.
La represión del movimiento de contestación provocó hasta la fecha más de 130 muertos, según un balance establecido a partir de fuentes médicas y testigos.
También se celebraron manifestaciones contra el régimen este viernes en Adén, la capital del sur, Taez y en otras ciudades del sur del país.
En este contexto de crisis, 20 soldados murieron en las últimas 24 horas en ataques perpetrados por presuntos grupos de militantes de Al Qaida y tribales en el sur del país.
Los responsables del movimiento de protesta, que se inició en enero, llamaron a una jornada de huelga general para el sábado.
A unos kilómetros de allí, pero también en Saná, los partidarios de Saleh, en el poder desde hace 32 años, organizaron una marcha para un "viernes de reconciliación".
El ejército y la policía llevaron a cabo amplios despliegues para evitar los enfrentamientos entre ambos bandos.
El presidente yemení se dirigió a sus partidarios para reiterar que no abandonará el poder antes del final de su mandato en 2013, respondiendo así a una propuesta de salida de la crisis del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), consistente en la dimisión de Saleh tras la formación de un gobierno de unidad.
"Insistimos en nuestra lealtad a la legitimidad constitucional por lealtad hacia nuestro pueblo y rechazamos categóricamente los intentos de golpe de Estado contra la libertad, la democracia y el pluralismo político", manifestó.
"Acogemos favorablemente la iniciativa de los ministros del CCG, con quienes vamos a cooperar de manera positiva, en el marco de la Constitución", insistió. "Aquellos que quieran el poder que se sometan al veredicto de las urnas", sentenció.
Los opositores reafirmaron su exigencia de una salida inmediata de Saleh del poder. "A los países vecinos: no a las negociaciones, no al diálogo", pudo leerse en unas pancartas, en referencia a la propuesta del CCG. "No a las iniciativas, sólo debes irte", corearon los manifestantes al presidente.
Según una fuente gubernamental, el CCG (formado por Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Qatar) propuso "la formación de un gobierno de unión". "El presidente debería presentar su dimisión al Parlamento en un plazo de 30 días", después de la formación del nuevo gobierno, que se encargaría de organizar unas elecciones presidenciales en un plazo máximo de 60 días.
Según un alto responsable de la oposición, Hasan Zayd, la propuesta prevé la "dimisión de Saleh y la promulgación de una ley de amnistía" que garantice al todavía presidente que no se le perseguirá una vez abandone el poder.
La oposición reclama que se juzgue a Saleh y considera "inaceptable" su permanencia en el poder una vez se haya formado un nuevo gobierno. "La marcha del presidente es esencial para una solución" al conflicto, dijo Zayd.
Otro de los grupos opositores, "Jóvenes de la Revuelta Pacífica", uno de los grupos originarios de las protestas, también rechazó la propuesta del CCG por permitir a Saleh mantenerse en el poder y por "ofrecerle una protección, a él, a su familia y a sus allegados, que son asesinos". Este grupo convocó una huelga general para el sábado.
La represión del movimiento de contestación provocó hasta la fecha más de 130 muertos, según un balance establecido a partir de fuentes médicas y testigos.
También se celebraron manifestaciones contra el régimen este viernes en Adén, la capital del sur, Taez y en otras ciudades del sur del país.
En este contexto de crisis, 20 soldados murieron en las últimas 24 horas en ataques perpetrados por presuntos grupos de militantes de Al Qaida y tribales en el sur del país.