TEHERAN, 21 junio 2009 (AFP) -
Trece personas murieron en enfrentamientos entre policías y "terroristas" el sábado en Teherán, informó el canal satelital en inglés de la televisión pública iraní Press-TV sin dar más detalles, en un primer indicio de la violenta represión a las protestas.
Por su parte, la televisión estatal indicó que fueron diez los muertos y que más de cien personas resultaron heridas, sin citar fuentes y señalando la presencia de "agentes terroristas" con armas de fuego y explosivos entre los manifestantes del sábado.
La agencia oficial Irna informó que los servicios secretos iraníes habían detenido a miembros de un grupo opositor en el exilio, la Organización de Muyaidines del Pueblo Iraní, que "ingresaron a Irán para llevar a cabo acciones terroristas" y "respaldados por los hipócritas de Gran Bretaña".
Por su parte, el canciller iraní, Manuchehr Mottaki, volvió a arremeter el domingo contra Londres, acusando al gobierno británico de "complotar contra la elección presidencial desde hace dos años".
Durante la mañana, la paz reinaba en las calles del centro de Teherán, constató la AFP, como ya había ocurrido la víspera antes de que los manifestantes que protestan contra la legalidad de la reelección del presidente Mahmud Ahamdinejad fueran brutalmente reprimidos por las fuerzas del orden, según testigos.
Un participante de las protestas dijo a la AFP el domingo que los manifestantes planeaban reagruparse en varios puntos de la capital a mediados de la tarde.
La manifestación del sábado fue un claro desafío al guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, el hombre de mayor poder en Irán, que el viernes había advertido que "no cederá a la calle".
También lo fue la crítica sin precedentes que hizo Musavi, conservador moderado derrotado en una elección presidencial cuyo resultado impugna, contra el ayatolá Jamanei en una carta dirigida ayer al "noble pueblo iraní".
Musavi acusó al guía, sin nombrarlo, de poner en peligro el carácter republicano de la República Islámica al validar en su gran discurso del viernes la reelección de Ahmadinejad, que afirma fue lograda recurriendo al fraude. El mensaje, disponible en el sitio internet del diario de Musavi, invita también a continuar con las manifestaciones pacíficas y continúa reclamando la anulación de la elección.
El enfrentemiento con las fuerzas del orden -mezcla de policía antidisturbios, milicianos islamistas "basij" y grupos no identificados, a menudo en motos- fue particularmente brutal en la avenida Azadi, en el centro de Teherán, según testigos.
Varios miles de manifestantes se enfrentaron a los cañones de agua, a las cargas con porras, a los gases lacrimógenos y a los disparos con balas reales, según los testigos, de los cuales uno dijo a la AFP haber visto al menos un herido por bala en la espalda y escuchado numerosos disparos.
Varias personas, entre ellos miembros del cuerpo médico, dijeron haber recibido hace pocos días un mensaje telefónico pregrabado advirtiéndoles que sus teléfonos están bajo escucha y que todo contacto con la prensa extranjera está prohibido, pudo saber la AFP.
La prensa extranjera tiene prohibido cubrir los acontecimientos desde el lugar en el que suceden y debe recurrir a testigos.
Frente a esta escalada de la crisis iraní, el presidente estadounidense Barack Obama, alzó el tono con respecto a sus anteriores declaraciones, y urgió al gobierno iraní a que pusiera "fin a las acciones violentas e injustas".
En Teherán, un "terrorista" se hizo estallar el sábado en el mausoleo del imán Ruholá Jomeini, padre de la revolución islámica, hiriendo hasta tres peregrinos, según la prensa.
Amnistía Internacional afirmó el viernes que "al menos 10 personas" habían muerto en las protestas anteriores a las del sábado.
bur-pcl/jlb/pa/acc
© 1994-2009 Agence France-Presse
Trece personas murieron en enfrentamientos entre policías y "terroristas" el sábado en Teherán, informó el canal satelital en inglés de la televisión pública iraní Press-TV sin dar más detalles, en un primer indicio de la violenta represión a las protestas.
Por su parte, la televisión estatal indicó que fueron diez los muertos y que más de cien personas resultaron heridas, sin citar fuentes y señalando la presencia de "agentes terroristas" con armas de fuego y explosivos entre los manifestantes del sábado.
La agencia oficial Irna informó que los servicios secretos iraníes habían detenido a miembros de un grupo opositor en el exilio, la Organización de Muyaidines del Pueblo Iraní, que "ingresaron a Irán para llevar a cabo acciones terroristas" y "respaldados por los hipócritas de Gran Bretaña".
Por su parte, el canciller iraní, Manuchehr Mottaki, volvió a arremeter el domingo contra Londres, acusando al gobierno británico de "complotar contra la elección presidencial desde hace dos años".
Durante la mañana, la paz reinaba en las calles del centro de Teherán, constató la AFP, como ya había ocurrido la víspera antes de que los manifestantes que protestan contra la legalidad de la reelección del presidente Mahmud Ahamdinejad fueran brutalmente reprimidos por las fuerzas del orden, según testigos.
Un participante de las protestas dijo a la AFP el domingo que los manifestantes planeaban reagruparse en varios puntos de la capital a mediados de la tarde.
La manifestación del sábado fue un claro desafío al guía supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, el hombre de mayor poder en Irán, que el viernes había advertido que "no cederá a la calle".
También lo fue la crítica sin precedentes que hizo Musavi, conservador moderado derrotado en una elección presidencial cuyo resultado impugna, contra el ayatolá Jamanei en una carta dirigida ayer al "noble pueblo iraní".
Musavi acusó al guía, sin nombrarlo, de poner en peligro el carácter republicano de la República Islámica al validar en su gran discurso del viernes la reelección de Ahmadinejad, que afirma fue lograda recurriendo al fraude. El mensaje, disponible en el sitio internet del diario de Musavi, invita también a continuar con las manifestaciones pacíficas y continúa reclamando la anulación de la elección.
El enfrentemiento con las fuerzas del orden -mezcla de policía antidisturbios, milicianos islamistas "basij" y grupos no identificados, a menudo en motos- fue particularmente brutal en la avenida Azadi, en el centro de Teherán, según testigos.
Varios miles de manifestantes se enfrentaron a los cañones de agua, a las cargas con porras, a los gases lacrimógenos y a los disparos con balas reales, según los testigos, de los cuales uno dijo a la AFP haber visto al menos un herido por bala en la espalda y escuchado numerosos disparos.
Varias personas, entre ellos miembros del cuerpo médico, dijeron haber recibido hace pocos días un mensaje telefónico pregrabado advirtiéndoles que sus teléfonos están bajo escucha y que todo contacto con la prensa extranjera está prohibido, pudo saber la AFP.
La prensa extranjera tiene prohibido cubrir los acontecimientos desde el lugar en el que suceden y debe recurrir a testigos.
Frente a esta escalada de la crisis iraní, el presidente estadounidense Barack Obama, alzó el tono con respecto a sus anteriores declaraciones, y urgió al gobierno iraní a que pusiera "fin a las acciones violentas e injustas".
En Teherán, un "terrorista" se hizo estallar el sábado en el mausoleo del imán Ruholá Jomeini, padre de la revolución islámica, hiriendo hasta tres peregrinos, según la prensa.
Amnistía Internacional afirmó el viernes que "al menos 10 personas" habían muerto en las protestas anteriores a las del sábado.
bur-pcl/jlb/pa/acc
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