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El ataque más mortífero tuvo lugar en un barrio de Dura, al sur de Bagdad: la explosión de una bomba colocada junto a una carretera, cerca de un café, mató a nueve personas e hirió al menos a otras 32.
Este ataque ocurrió al día siguiente de un atentado suicida contra un café en Kirkuk, en el norte de Irak, que dejó 41 muertos y 35 heridos.
El sábado, al norte de Bagdad, cinco personas -cuatro civiles y un policía- murieron cuando un kamikaze hizo estallar un coche bomba en una carpa en la que unos chiitas organizaban una recepción con motivo de una ceremonia funeraria, según estas fuentes.
Otras diez personas resultaron heridas en este atentado en el pueblo de Zahra, cerca de Bakuba, al noreste de Bagdad.
Los atentados anti-chiitas se han multiplicado en Irak en los últimos meses.
La escalada de violencia reavivó los temores de un nuevo conflicto confesional entre la mayoría chiita, que controla el gobierno, y la minoría sunita, que dominaba el país durante la época del antiguo presidente Sadam Husein.
En otros actos violentos, dos personas murieron y cinco resultaron heridas en un barrio chiita de Muqdadiya en la explosión de una bomba. Otras cuatro personas resultaron heridas en la explosión de otro dispositivo poco tiempo después.
En Madain, al sur de Bagdad, una bomba colocada junto a la carretera mató a dos personas y dejó siete heridos.
Un oficial del ejército murió tiroteado en Mosul, en el norte del país, al igual que un propietario de una tienda en Bakuba.
Un soldado murió y otro resultó herido también tiroteados en Kirkuk, en el norte del país.
Un guardia fronterizo iraquí murió y otros cinco resultaron heridos en combates en el oeste del país con hombres armados no identificados venidos por el desierto desde Siria, informó el mando de los guardias.
Más de 310 personas han muertos en actos de violencia en Irak desde el inicio del mes, según un balance realizado por la AFP.
Este ataque ocurrió al día siguiente de un atentado suicida contra un café en Kirkuk, en el norte de Irak, que dejó 41 muertos y 35 heridos.
El sábado, al norte de Bagdad, cinco personas -cuatro civiles y un policía- murieron cuando un kamikaze hizo estallar un coche bomba en una carpa en la que unos chiitas organizaban una recepción con motivo de una ceremonia funeraria, según estas fuentes.
Otras diez personas resultaron heridas en este atentado en el pueblo de Zahra, cerca de Bakuba, al noreste de Bagdad.
Los atentados anti-chiitas se han multiplicado en Irak en los últimos meses.
La escalada de violencia reavivó los temores de un nuevo conflicto confesional entre la mayoría chiita, que controla el gobierno, y la minoría sunita, que dominaba el país durante la época del antiguo presidente Sadam Husein.
En otros actos violentos, dos personas murieron y cinco resultaron heridas en un barrio chiita de Muqdadiya en la explosión de una bomba. Otras cuatro personas resultaron heridas en la explosión de otro dispositivo poco tiempo después.
En Madain, al sur de Bagdad, una bomba colocada junto a la carretera mató a dos personas y dejó siete heridos.
Un oficial del ejército murió tiroteado en Mosul, en el norte del país, al igual que un propietario de una tienda en Bakuba.
Un soldado murió y otro resultó herido también tiroteados en Kirkuk, en el norte del país.
Un guardia fronterizo iraquí murió y otros cinco resultaron heridos en combates en el oeste del país con hombres armados no identificados venidos por el desierto desde Siria, informó el mando de los guardias.
Más de 310 personas han muertos en actos de violencia en Irak desde el inicio del mes, según un balance realizado por la AFP.
