BAGDAD, 24 agosto 2009 (AFP) -
"A los hermanos que tardan en sumarse a nosotros por la razón que sea, deseamos su participación y compartir con ellos las responsabilidades. La puerta queda abierta", soltó, dirigiéndose a Al Maliki, el ex primer ministro Ibrahim al Jaafari al anunciar la composición y el programa de la nueva coalición chiita.
Bajo el nombre de "Alianza Nacional Iraquí" (ANI), esta coalición comprende todas las tendencias del campo chiita, desde el Consejo Superior Islámico de Irak (CSII), cercano a Irán, hasta los partidarios del jefe radical chiita Moqtada Sadr, además de los independientes.
"Maliki quiere una real alianza nacional iraquí, no en palabras, sino en el programa y la composición", afirmó a la AFP Ali al Musawi, asesor del primer ministro. "Las invitaciones a unirse a la coalición no son nuevas y los puntos de divergencia se mantienen invariables", añadió.
Según él, Maliki reunió el domingo a los posibles participantes en su lista que "representan todas las confesiones, así como liberales, laicos, islamistas y jefes tribales".
Una fuente parlamentaria afirmó además a la AFP que Maliki se había reunido con representantes de la nueva alianza chiita para intentar acercar los puntos de vista. "La reunión concluyó sin acuerdo", añadió esta fuente.
Maliki quiere constituir listas con formaciones sunitas, especialmente tribales, que anunciaron en los últimos días su apoyo al Primer Ministro.
En las elecciones de 2005, dos años después de la invasión encabezada por Estados Unidos que desmanteló al Partido Baas y derrocó al régimen de Saddam Hussein, dominado por los sunitas, los chiitas decidieron unirse para llegar al poder por primera vez desde la creación de Irak.
Los iraquíes habían votado entonces en función de las divisiones confesionales o étnicas y los partidos laicos quedaron fuera de juego.
La violencia registrada en 2006 y 2007 exacerbó esta división que acabó decayendo con la derrota de los extremistas, tanto sunitas como chiitas.
"Me habría gustado que estuviesen hoy con nosotros el partido Dawa y Abdel Aziz Hakim", el jefe del CSII hospitalizado en Irán por un cáncer, afirmó el vicepresidente iraquí Adel Abdel Mahdi.
La nueva coalición sustituye la "Alianza Unificada Iraquí" chiita, constituida para las elecciones legislativas de 2005, en las que se impuso acaparando 128 de los 275 escaños del Parlamento.
"La voluntad de los participantes es avanzar hacia el progreso y la construcción de Irak. Esperamos que nuestros hermanos del partido Dawa se unan a nosotros", declaró por su parte el ex ministro Ahmad Chalabi.
Para las provinciales de enero de 2009, Maliki formó sus propias "listas de Estado de derecho", basadas en principios nacionales y no confesionales.
ak/sk/mel/hj/erl/ml
© 1994-2009 Agence France-Presse
"A los hermanos que tardan en sumarse a nosotros por la razón que sea, deseamos su participación y compartir con ellos las responsabilidades. La puerta queda abierta", soltó, dirigiéndose a Al Maliki, el ex primer ministro Ibrahim al Jaafari al anunciar la composición y el programa de la nueva coalición chiita.
Bajo el nombre de "Alianza Nacional Iraquí" (ANI), esta coalición comprende todas las tendencias del campo chiita, desde el Consejo Superior Islámico de Irak (CSII), cercano a Irán, hasta los partidarios del jefe radical chiita Moqtada Sadr, además de los independientes.
"Maliki quiere una real alianza nacional iraquí, no en palabras, sino en el programa y la composición", afirmó a la AFP Ali al Musawi, asesor del primer ministro. "Las invitaciones a unirse a la coalición no son nuevas y los puntos de divergencia se mantienen invariables", añadió.
Según él, Maliki reunió el domingo a los posibles participantes en su lista que "representan todas las confesiones, así como liberales, laicos, islamistas y jefes tribales".
Una fuente parlamentaria afirmó además a la AFP que Maliki se había reunido con representantes de la nueva alianza chiita para intentar acercar los puntos de vista. "La reunión concluyó sin acuerdo", añadió esta fuente.
Maliki quiere constituir listas con formaciones sunitas, especialmente tribales, que anunciaron en los últimos días su apoyo al Primer Ministro.
En las elecciones de 2005, dos años después de la invasión encabezada por Estados Unidos que desmanteló al Partido Baas y derrocó al régimen de Saddam Hussein, dominado por los sunitas, los chiitas decidieron unirse para llegar al poder por primera vez desde la creación de Irak.
Los iraquíes habían votado entonces en función de las divisiones confesionales o étnicas y los partidos laicos quedaron fuera de juego.
La violencia registrada en 2006 y 2007 exacerbó esta división que acabó decayendo con la derrota de los extremistas, tanto sunitas como chiitas.
"Me habría gustado que estuviesen hoy con nosotros el partido Dawa y Abdel Aziz Hakim", el jefe del CSII hospitalizado en Irán por un cáncer, afirmó el vicepresidente iraquí Adel Abdel Mahdi.
La nueva coalición sustituye la "Alianza Unificada Iraquí" chiita, constituida para las elecciones legislativas de 2005, en las que se impuso acaparando 128 de los 275 escaños del Parlamento.
"La voluntad de los participantes es avanzar hacia el progreso y la construcción de Irak. Esperamos que nuestros hermanos del partido Dawa se unan a nosotros", declaró por su parte el ex ministro Ahmad Chalabi.
Para las provinciales de enero de 2009, Maliki formó sus propias "listas de Estado de derecho", basadas en principios nacionales y no confesionales.
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