En lo que va de año, la violencia ha causado más de 2.500 muertos en Irak.
Siete policías y cuatro civiles murieron y otras 18 personas resultaron heridas en un atentado suicida con coche bomba contra un control de carretera en la región petrolera multiétnica de Kirkuk, a 240 km al norte de Bagdad, precisaron un responsable de la policía local y una fuente médica.
Tras ese ataque, una muchedumbre colérica incendió un tribunal y cinco casas, entre ellas la de un coronel de policía y de un juez.
Las fuerzas de seguridad son con frecuencia blanco de ataques por parte de grupos que expresan así su cólera por su incapacidad de proteger a la población de la violencia.
En la región de Suleiman Pak, a 175 km al norte de la capital iraquí, unos hombres armados atacaron la casa de un oficial, informaron las autoridades.
Los atacantes mataron al padre y al hermano del oficial e hirieron a dos mujeres. "Además mataron a un miembro de la milicia anti Al Qaida de los Sahwa que se encontraba en el lugar", añadió la fuente.
El descontento de la minoría sunita, Arabia Saudí y Catar y el conflicto en Siria alimentan desde hace un año una ola de violencia sin precedentes desde 2008.