Un anterior balance daba cuenta de dos muertos en el mercado de Yola.
En Maiduguri, un camión que transportaba leña logró pasar varios controles antes de explotar cerca de las puertas de los barracones militares de Maimalari sobre las 5H00 locales (1600 GMT), según dos residentes que prefirieron guardar el anonimato.
"Fue un atentado suicida contra el último control militar cerca de las puertas de los barracones. Al menos cuatro soldados murieron y varios resultaron heridos", dijo uno de los residentes. El segundo hizo un relato similar aunque no pudo especificar el número de víctimas.
"El área ha sido acordonada y los residentes se mantienen a distancia por miedo a la respuesta de los soldados", añadió.
Poco después, hacia las 19H40 locales, se produjo una explosión en el mercado central de Jimeta, en la ciudad de Yola, también en el noreste de Nigeria, cuando los vendedores estaban recogiendo sus tenderetes.
Se trata de un mercado muy frecuentado de la localidad y la explosión, que hasta el momento no ha sido reivindicada, mató al menos a 31 personas y dejó decenas de heridos, según la policía.
"Hasta ahora hemos contado 31 muertos y 38 personas están siendo curadas en el hospital" por la explosión que ocurrió el jueves en Yola, declaró a la AFP Sa'ad Bello, alto responsable nigeriano encargado de las operaciones de emergencia.
"Algunas personas cuyas heridas no eran graves fueron enviadas a casa", agregó.
El noreste de Nigeria es regularmente objeto de ataques de islamistas de Boko Haram desde el inicio de su insurrección armada, hace seis años.
El movimiento nació en 2002 en Maiduguri, capital del estado de Borno, y esta ciudad fue durante mucho tiempo su feudo, antes de que el ejército expulsara a sus militantes.
Desde el sábado, día en que fue investido el nuevo presidente, Muhamadu Buhari, la ciudad ha sufrido una ola de ataques en los que han muerto más de 30 personas.
Se considera al grupo responsable de todos los atentados, aunque no ha reivindicado ninguno de ellos.
En cuanto a Yola, había sufrido ataques en el pasado, pese a lo cual era considerada una zona relativamente segura para miles de personas que huyen de la violencia en otros estados nigerianos.
En Maiduguri, un camión que transportaba leña logró pasar varios controles antes de explotar cerca de las puertas de los barracones militares de Maimalari sobre las 5H00 locales (1600 GMT), según dos residentes que prefirieron guardar el anonimato.
"Fue un atentado suicida contra el último control militar cerca de las puertas de los barracones. Al menos cuatro soldados murieron y varios resultaron heridos", dijo uno de los residentes. El segundo hizo un relato similar aunque no pudo especificar el número de víctimas.
"El área ha sido acordonada y los residentes se mantienen a distancia por miedo a la respuesta de los soldados", añadió.
Poco después, hacia las 19H40 locales, se produjo una explosión en el mercado central de Jimeta, en la ciudad de Yola, también en el noreste de Nigeria, cuando los vendedores estaban recogiendo sus tenderetes.
Se trata de un mercado muy frecuentado de la localidad y la explosión, que hasta el momento no ha sido reivindicada, mató al menos a 31 personas y dejó decenas de heridos, según la policía.
"Hasta ahora hemos contado 31 muertos y 38 personas están siendo curadas en el hospital" por la explosión que ocurrió el jueves en Yola, declaró a la AFP Sa'ad Bello, alto responsable nigeriano encargado de las operaciones de emergencia.
"Algunas personas cuyas heridas no eran graves fueron enviadas a casa", agregó.
El noreste de Nigeria es regularmente objeto de ataques de islamistas de Boko Haram desde el inicio de su insurrección armada, hace seis años.
El movimiento nació en 2002 en Maiduguri, capital del estado de Borno, y esta ciudad fue durante mucho tiempo su feudo, antes de que el ejército expulsara a sus militantes.
Desde el sábado, día en que fue investido el nuevo presidente, Muhamadu Buhari, la ciudad ha sufrido una ola de ataques en los que han muerto más de 30 personas.
Se considera al grupo responsable de todos los atentados, aunque no ha reivindicado ninguno de ellos.
En cuanto a Yola, había sufrido ataques en el pasado, pese a lo cual era considerada una zona relativamente segura para miles de personas que huyen de la violencia en otros estados nigerianos.