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Enfrentamientos y bombardeos seguían aún en horas de la noche, según el gobernador de la provincia, Atheel al Nujaifi.
En el oeste de Mosul, cuatro policías y tres soldados murieron en enfrentamientos con los insurgentes, que perdieron 16 hombres en combates, informaron la policía y un empleado de la morgue.
Un disparo de mortero mató a un civil, también en la parte occidental de esta gran ciudad del norte iraquí.
Por otra parte, al menos cuatro personas murieron y 45 resultaron heridas cuando dos kamikazes activaron sus coches bomba en el pueblo de Al Muwafaqiyah, al este de Mosul, donde los habitantes pertenecen principalmente a la minoría Chabak, una secta esotérica kurda, informó la misma fuente.
En otros lugares del país, al menos nueve personas fueron asesinadas, según fuentes médicas y de seguridad.
En Baaquba, al norte de Bagdad, cuatro personas murieron en los bombardeos y la explosión de un coche bomba, y en Saba al Bur, igualmente al norte de la capital, cuatro personas murieron en los bombardeos.
En la región de Hamam al Alil, al sur de Mosul soldados mataron a cinco kamikazes que se disponían a detonar sus explosivos, también según la policía y la morgue.
Los atentados y combates se han cobrado la vida de más de 4.300 personas desde principios de año, 900 de ellos únicamente en mayo, unos niveles jamás alcanzados desde 2008, cuando el país apenas salía de un conflicto sangriento, después de una invasión estadounidense en 2003.
