El texto establece que a partir de ahora el matrimonio puede ser contraído "por dos personas de sexo diferente o del mismo sexo".
Fue aprobado por una mayoría de 393 diputados constituida por miembros de los tres partidos de izquierda representados en la cámara baja del parlamento —socialdemócratas, ecologistas e izquierda radical— y una parte de los diputados de la familia conservadora de Angela Merkel.
Entre los diputados conservadores, 226 entre 310 se pronunciaron en contra.
La canciller anunció que había votado no al proyecto de ley.
"Para mí, el matrimonio es, según nuestra Constitución, una unión entre un hombre y una mujer, es por ello que he votado contra el proyecto de ley", señaló Merkel a la prensa.
Alemania se unirá así a los 20 países occidentales, entre ellos 13 europeos, que ya legalizaron el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Berlín adoptó en 2001 una unión civil que otorga los mismos derechos que el matrimonio, salvo ciertas ventajas fiscales o en temas de adopción.
La Federación de Homosexuales y Lesbianas alemana se mostró radiante por la votación. "Alemania votó por el amor" y por ello "¡es un día histórico!" explicó su comunicado.
La nueva ley, que tiene que ser ratificada por la cámara alta del parlamento para que entre en vigor, seguramente antes de que termine el año, concederá a las parejas homosexuales el derecho a la adopción.
El lunes, la canciller dejó la puerta abierta a la votación al declarar en una entrevista que estaba dispuesta a permitir que los diputados de su partido conservador votaran "a conciencia" sobre esta cuestión, es decir, sin consignas.
Durante mucho tiempo, Merkel se opuso a este tipo de unión para no contrariar al sector más conservador de su electorado, así como a su aliada bávara, la Unión Social Cristiana (CSU), muy tradicionalista en temas sociales.
Pero planificaba la votación para después de las próximas elecciones legislativas del 24 de septiembre, dándose tiempo para debatir el tema dentro de su partido, divido sobre la cuestión.
Sin embargo su socio minoritario en la coalición gubernamental, el Partido Socialdemócrata (SPD), aprovechó la ocasión para acelerar el proceso e impuso la votación pocos días después, aliándose con otros dos partidos de izquierda en la cámara de diputados.
Esta decisión del SPD, con la que busca ganar peso en la campaña electoral contra Merkel, desató una crisis gubernamental.
"Es realmente un reconocimiento, es emocionante", explica a la AFP Christophe Têtu, homosexual de 46 años, que vive en Berlín.
Su compañero, Timo Strobel, de 51 años, se lamenta sin embargo de "la manera en la que se ha utilizado en la campaña electoral", y considera que Merkel abordó la cuestión con fines políticos.
La opinión alemana se muestra mayoritariamente a favor del matrimonio homosexual (cerca de 75% de los alemanes están a favor, así como más de un 73% del electorado de Merkel, según un reciente sondeo), pero el giro de la canciller a principios de semana es debido sobre todo a cuestiones políticas.
Sus posibles socios gubernamentales después de los comicios de septiembre, tanto en la izquierda como en la derecha, habían hecho de la legalización una condición previa a cualquier alianza.
Para la canciller, aunque se opone personalmente a esta unión, adoptar esta ley tres meses antes de las elecciones supone borrar de un plumazo un poderoso argumento electoral de sus rivales socialdemócratas.
Ahora tendrá sin embargo que lidiar con el ala más tradicionalista de su familia política, que se ha visto zarandeada en este proceso acelerado.
Una amplia mayoría de su campo votó en contra de este tipo de matrimonio.
Para el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, la CDU, la formación de Merkel, "parece querer tirar por la borda todos los valores conservadores para adaptarse a la época" y ya no tiene nada de un "partido conservador".
Alemania dispone desde 2001 de la unión civil para las parejas de hecho, sin distinción de sexo. En años posteriores concedió a las parejas homosexuales la mayoría de las ventajas fiscales previstas para los matrimonios.
Para la Iglesia alemana, esta nueva ley "abandona los elementos esenciales del concepto de matrimonio".
Fue aprobado por una mayoría de 393 diputados constituida por miembros de los tres partidos de izquierda representados en la cámara baja del parlamento —socialdemócratas, ecologistas e izquierda radical— y una parte de los diputados de la familia conservadora de Angela Merkel.
Entre los diputados conservadores, 226 entre 310 se pronunciaron en contra.
La canciller anunció que había votado no al proyecto de ley.
"Para mí, el matrimonio es, según nuestra Constitución, una unión entre un hombre y una mujer, es por ello que he votado contra el proyecto de ley", señaló Merkel a la prensa.
Alemania se unirá así a los 20 países occidentales, entre ellos 13 europeos, que ya legalizaron el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Berlín adoptó en 2001 una unión civil que otorga los mismos derechos que el matrimonio, salvo ciertas ventajas fiscales o en temas de adopción.
La Federación de Homosexuales y Lesbianas alemana se mostró radiante por la votación. "Alemania votó por el amor" y por ello "¡es un día histórico!" explicó su comunicado.
- Crisis gubernamental -
La nueva ley, que tiene que ser ratificada por la cámara alta del parlamento para que entre en vigor, seguramente antes de que termine el año, concederá a las parejas homosexuales el derecho a la adopción.
El lunes, la canciller dejó la puerta abierta a la votación al declarar en una entrevista que estaba dispuesta a permitir que los diputados de su partido conservador votaran "a conciencia" sobre esta cuestión, es decir, sin consignas.
Durante mucho tiempo, Merkel se opuso a este tipo de unión para no contrariar al sector más conservador de su electorado, así como a su aliada bávara, la Unión Social Cristiana (CSU), muy tradicionalista en temas sociales.
Pero planificaba la votación para después de las próximas elecciones legislativas del 24 de septiembre, dándose tiempo para debatir el tema dentro de su partido, divido sobre la cuestión.
Sin embargo su socio minoritario en la coalición gubernamental, el Partido Socialdemócrata (SPD), aprovechó la ocasión para acelerar el proceso e impuso la votación pocos días después, aliándose con otros dos partidos de izquierda en la cámara de diputados.
Esta decisión del SPD, con la que busca ganar peso en la campaña electoral contra Merkel, desató una crisis gubernamental.
"Es realmente un reconocimiento, es emocionante", explica a la AFP Christophe Têtu, homosexual de 46 años, que vive en Berlín.
Su compañero, Timo Strobel, de 51 años, se lamenta sin embargo de "la manera en la que se ha utilizado en la campaña electoral", y considera que Merkel abordó la cuestión con fines políticos.
La opinión alemana se muestra mayoritariamente a favor del matrimonio homosexual (cerca de 75% de los alemanes están a favor, así como más de un 73% del electorado de Merkel, según un reciente sondeo), pero el giro de la canciller a principios de semana es debido sobre todo a cuestiones políticas.
- 'Valores conservadores' -
Sus posibles socios gubernamentales después de los comicios de septiembre, tanto en la izquierda como en la derecha, habían hecho de la legalización una condición previa a cualquier alianza.
Para la canciller, aunque se opone personalmente a esta unión, adoptar esta ley tres meses antes de las elecciones supone borrar de un plumazo un poderoso argumento electoral de sus rivales socialdemócratas.
Ahora tendrá sin embargo que lidiar con el ala más tradicionalista de su familia política, que se ha visto zarandeada en este proceso acelerado.
Una amplia mayoría de su campo votó en contra de este tipo de matrimonio.
Para el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, la CDU, la formación de Merkel, "parece querer tirar por la borda todos los valores conservadores para adaptarse a la época" y ya no tiene nada de un "partido conservador".
Alemania dispone desde 2001 de la unión civil para las parejas de hecho, sin distinción de sexo. En años posteriores concedió a las parejas homosexuales la mayoría de las ventajas fiscales previstas para los matrimonios.
Para la Iglesia alemana, esta nueva ley "abandona los elementos esenciales del concepto de matrimonio".