Guido Westerwelle, ministro alemán de Exteriores
MUNICH, (AFP) - "La UE debe asumir su papel político en tanto actor mundial, y reaccionar de forma flexible y rápida" a las crisis internacionales, recalcó.
Según el ministro alemán, el tratado de Lisboa "abrió un nuevo capítulo" de una Unión Europea "más democrática y parlamentaria", pero "no constituye un objetivo" ya logrado sino más bien "un inicio".
"Este tratado esboza una política de seguridad y defensa común" y "el gobierno federal (alemán) quiere proseguir en esta vía", insistió.
Westerwelle habló en presencia de la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, que hasta ahora se mostró reservada y discreta sobre los futuros desarrollos de Europa en materia de Defensa.
La principal innovación del tratado de Lisboa en materia de Defensa es la posibilidad de crear "cooperaciones estructuradas permanentes" entre varios países en ámbitos militares precisos, sin que se requiera la unanimidad de los 27.
El jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi también había defendido el 1 de diciembre ante el primer presidente permanente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy, la idea de una "defensa común europea".
Según el ministro alemán, el tratado de Lisboa "abrió un nuevo capítulo" de una Unión Europea "más democrática y parlamentaria", pero "no constituye un objetivo" ya logrado sino más bien "un inicio".
"Este tratado esboza una política de seguridad y defensa común" y "el gobierno federal (alemán) quiere proseguir en esta vía", insistió.
Westerwelle habló en presencia de la Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, que hasta ahora se mostró reservada y discreta sobre los futuros desarrollos de Europa en materia de Defensa.
La principal innovación del tratado de Lisboa en materia de Defensa es la posibilidad de crear "cooperaciones estructuradas permanentes" entre varios países en ámbitos militares precisos, sin que se requiera la unanimidad de los 27.
El jefe de gobierno italiano Silvio Berlusconi también había defendido el 1 de diciembre ante el primer presidente permanente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy, la idea de una "defensa común europea".