"Me parece que ahora quedó más claro que la lista de nuestro partido dispondrá de una mayoría indiscutible", declaró a la prensa el líder del Partido Serbio del Progreso (SNS) y viceprimer ministro saliente, Aleksandar Vucic.
"Se trata del mejor resultado desde 1990" obtenido por un partido en unas elecciones como éstas, subrayó quien, sin lugar a dudas, será el nuevo jefe de gobierno.
"Estoy seguro de que Serbia continuará su camino hacia la Unión Europea, así como su lucha contra la corrupción", agregó Vucic.
Según estimaciones divulgadas por el CESID, un organismo independiente que supervisa los comicios, el SNS lograría 160 de los 250 escaños del parlamento, es decir, una mayoría que le permite, si lo desea, formar el nuevo gobierno en solitario.
En 1990 se dio un resultado parecido, quizás más impactante, cuando el partido del exhombre fuerte del país, Slobodan Milosevic (años después detenido y juzgado a nivel internacional en La Haya, y preso hasta su muerte en 2006 por crímenes de guerra, contra la humanidad y genocidio) lograra 194 escaños.
Cerca de 6,7 millones de electores estaban llamados a las urnas en una jornada electoral que empezó a las 06H00 GMT y terminó con el cierre de los circuitos de votación a las 19H00 GMT.
Este escrutinio fue adelantado dos años respecto al final del mandato (de cuatro) del actual parlamento saliente a pedido del SNS que, tras emprender en enero intensas negociaciones para adherir a la UE, aspiraba a un control legislativo más claro para poder realizar difíciles reformas económicas en esta exrepública yugoslava cuya economía está en plena crisis desde hace varios años.
"Deseo que Serbia continúe su lucha contra la corrupción, que se esfuerce en hacer progresar su economía, y que sea capaz de crear empleo", declaró Vucic, de 44 años de edad, tras emitir su voto en la jornada.
"Para lograr estos fines son necesarias reformas dolorosas", había advertido.
- Un oscuro panorama económico -
"Voté por el SNS. Perdí mi empleo hace ocho años y es la primera vez desde entonces que tengo un atisbo de esperanza en un futuro mejor", dijo tras votar Olga Petrovic, de 52 años, exempleada bancaria.
En cambio, Bojan Popovic, prefirió votar por la oposición. "Este gobierno no ha hecho nada. Yo voté por el cambio", subrayó este ingeniero jubilado.
El líder del SNS explicó el adelanto de las elecciones para "conseguir el apoyo más fuerte posible para transformar Serbia en un estado moderno europeo".
Según los analistas, Vucic, uno de los pioneros del ultranacionalismo serbio reconvertido a la causa europea, también espera sacar rédito electoral de las recientes y espectaculares detenciones de ricos empresarios en el marco de la lucha contra la corrupción y el crimen organizado.
Desde su llegada al poder en 2012, el gobierno del SNS ha mejorado de manera espectacular las relaciones de Serbia con el resto del mundo. El país estuvo aislado durante años por su controvertido papel en las guerras (en Los Balcanes) durante los años noventa, tras la disolución de Yugoslavia.
También mejoraron sus relaciones con Kosovo, su antigua provincia de mayoría albanesa que se declaró independiente en 2008.
Sin embargo, las perspectivas económicas no son halagüeñas para este país de 7,1 millones de habitantes, con una tasa de desempleo del 20% de su población activa y con un déficit superior al 7% del PIB (Producto Interno Bruto) por cuarto año consecutivo.
El país sufre además el peso de una gran burocracia, con 700.000 funcionarios que absorben gran parte del presupuesto público anual. Además, la deuda pública supera el 60% del PIB, y el salario mensual medio es de apenas unos 350 euros.
A mediados de enero, la agencia de calificación financiera Fitch rebajó la nota de Serbia de "BB+" a "BB-", por la falta de voluntad del gobierno de poner en marcha reformas estructurales impopulares.
La ciudad de Belgrado, feudo de la oposición desde hace 14 años, también celebraba elecciones municipales este domingo en las que por primera vez podrían ganar los conservadores del SNS.