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La formación de las fuerzas del Ejército Sirio Libre (ESL) debería comenzar "a finales de diciembre", en un centro de entrenamiento en Kirsehir (centro), a unos 150 kilómetros al sureste de la capital turca. De ella se encargarán Ankara y Washington, si bien éste último correrá con todos los gastos, según el diario turco, que cita a fuentes anónimas.
Turquía ha rechazado categóricamente intervenir militarmente en ayuda de las fuerzas kurdas que resisten desde hace dos meses en la ciudad siria de Kobane, asediada por los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
El gobierno islamista conservador de Turquía considera al principal partido kurdo de Siria como un movimiento "terrorista", y teme que un apoyo a su milicia armada beneficie a los rebeldes kurdos del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que se levantaron contra Ankara en 1984.
Por ello, Turquía ha preferido privilegiar la lucha directa contra el régimen de Bashar Al Asad, su bestia negra, ayudando a la oposición moderada.
Por su parte, Washington apoya abiertamente a los kurdos sirios, a los que provee de armamento y municiones.
