En menos de dos semanas, Ansar Beit al Maqdis ("Seguidores de Jerusalén") reivindicó un atentado con coche bomba contra la sede de la policía de El Cairo, el asesinato de un general de la policía en la capital y el derribo de un helicóptero militar en la península del Sinaí, donde el grupo tiene su base y recluta la mayoría de sus combatientes.
"La venganza se acerca", advirtió la organización yihadista al ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, objetivo de un atentado fallido el pasado 5 de septiembre en El Cairo, y al mariscal Abdel Fatah al Sisi, jefe del ejército y nuevo hombre fuerte del país desde la destitución de Mursi el pasado 3 de julio.
El grupo de insurgentes dijo actuar como represalia a la "masacre" de manifestantes islamistas por el nuevo gobierno, instalado y dirigido de facto por el ejército y Sisi.
En siete meses, unas 1.400 personas fallecieron, en su mayoría manifestantes partidarios de Mursi, según Amnistía Internacional.
El investigador del centro de estudios estadounidense Foundation for Defense of Democracies, David Barnett, señaló que Ansar es "la principal organización que tiene el potencial de aumentar la inestabilidad en el país".
Según los especialistas, Ansar se inspiró en la ideología de Al Qaida, pero, según el gobierno egipcio, está vinculado a los Hermanos Musulmanes, el influyente movimiento de Mursi.
La organización y la financiación del grupo "son las grandes incógnitas", dijo Barnett, al estimar que "al menos, mantiene vínculos con Al Qaida".
'El ejército egipcio, infiel'
"Su primer objetivo era atacar Israel e impedir la cooperación entre Egipto e Israel, en especial, a través del sabotaje de gasoductos", explicó el especialista francés de movimientos yihadistas Matthieu Guidere.
Ansar Beit al Maqdis reivindicó el sábado el lanzamiento de un cohete contra la ciudad costera israelí de Eilat. Sin embargo, el 3 de julio, día del derrocamiento de Mursi, la organización "publicaba una nueva fetua en la que declaraba al ejército egipcio más infiel que el israelí".
"A partir de entonces, Ansar Beit al Maqdis, que afirmaba combatir el estado hebreo, se convierte en un grupo yihadista, cuya acción se concentra en atacar las fuerzas de seguridad de Egipto", añadió Guidere.
Según Barnett, los últimos ataques "muestran que el grupo dispone de combatientes experimentados". Para el investigador con base en el Sinaí Ismail Alexandrani, "algunos combatieron en Afganistán, en Siria y en Bosnia antes de unirse a la organización".
La destitución de Mursi, primer presidente elegido democráticamente en Egipto, "alimentó sus argumentos a favor de la violencia, más que a favor de un proceso democrático", concluyó Barnett.
Las nuevas autoridades declararon "organización terrorista" a los Hermanos Musulmanes, pese a que estos renunciaron a la violencia hace décadas en favor de las urnas. El nuevo poder asegura haber detenido militantes de Ansar Beit al Maqdis, pertenecientes a la cofradía.
"El gobierno está tan inmerso en su lucha contra los Hermanos Musulmanes que parece haber perdido de vista la verdadera batalla que se juega ante sus ojos, ya que un grupo yihadista capaz de llevar a cabo este tipo de ataques es un verdadero peligro", advirtió Barnett.