"Todas las partes comprometidas con una Libia estable y democrática a través de medios pacíficos" fueron invitadas a participar, declaró el miércoles el español Bernardino León, representante especial de la ONU para Libia y jefe de la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL, por sus siglas en inglés).
"Será un largo proceso, va a ser difícil" indicó León en rueda de prensa. "No esperamos un acuerdo mañana o pasado mañana. Hay diferencias entre las partes, y cada vez se está complicando más", advirtió.
El objetivo de la reunión es que Libia salga del caos en que se encuentra desde octubre de 2011, cuando fue derrocado Gadafi.
Las milicias que derrocaron a Gadafi se disputan el territorio y las riquezas petroleras de Libia.
La situación se agravó en los últimos meses tras la aparición de dos gobiernos y dos parlamentos paralelos. Además las dos ciudades más importantes del país, Trípoli y Bengasi (este), están controladas total o parcialmente por milicias.
El gobierno cercano a la coalición de milicias, en su mayoría islamistas, Fajr Libya (Amanecer de Libia) tiene la sede en Trípoli.
El gobierno dirigido por el primer ministro Abdalá al Theni, reconocido por la comunidad internacional, se encuentra en Al Baïda (1.200 km al este de Trípoli).
La UNSMIL anunció que en la reunión participan miembros del parlamento reconocido por la comunidad internacional, incluidos diputados que boicotean su funcionamiento, personalidades de la sociedad civil y miembros del gobierno provisorio precedente.
También fueron invitados miembros del parlamento anterior, el Congreso General Nacional (CGN), basado en Trípoli, fueron invitados pero aún no habían llegado a Ginebra.
El diálogo corre el riesgo de "fracasar pues la ONU no eligió a los buenos actores", dijo el analista político Mohamed al Ferjani.
"Los participantes son políticos y no tienen ninguna influencia en el terreno", agregó Al Ferjani en diálogo con la AFP al señalar que el general Jalifa Haftar y Fajr Libya no habían sido invitados.
Los dirigentes de Fajr Libya acusan a la ONU de querer "internacionalizar" el conflicto.
El general retirado Haftar, personalidad controvertida, lanzó en los últimos meses una operación militar para retomar el control de Bengasi, segunda ciudad del país, controlada por grupos armados islamistas.
La UNSMIL precisó que la reunión de Ginebra se basaba en el "respeto de la legitimidad de las instituciones del Estado y el rechazo del terrorismo".
Busca "la retirada progresiva de todos los grupos armados de las grandes ciudades, incluida Trípoli", agregó.
"Con el objetivo de crear un contexto propicio al diálogo", León propuso una suspensión "de las operaciones militares durante algunos días".
La UNSMIL desea que se forme "un gobierno de unidad que pueda disponer de un amplio apoyo", agregó León.
Actualmente, el general Haftar y Al Theni desarrollan una ofensiva militar contra los islamistas con resultados dispares.
En una entrevista a la AFP, Theni pidió más apoyo de la comunidad internacional.
"La comunidad internacional ataca a los yihadistas en Siria e Irak, pero en Libia, sólo el estado y el ejército combaten a los grupos terroristas sin recibir ninguna ayuda", dijo Theni.