Inicio
Política
Por Alberto Dabo
BISSAU (Reuters) -
Tiroteos y el sonido de armas pesadas resonaron en Bissau en las primeras horas del lunes, disminuyendo al amanecer. La mayoría de los residentes permanecía en sus hogares y no estaba claro quién quedó al mando.
"La muerte del Jefe de Estado Joao Bernardo Vieira está confirmada. Su esposa se encuentra en la embajada de Angola", dijo Sandji Fati, un coronel retirado y cercano colega del presidente asesinado, a Reuters en Bissau.
"Nino Vieira se negó a dejar su residencia cuando diplomáticos de la embajada angoleña llegaron a su casa para llevarlo a él y su esposa a un lugar seguro", agregó Fati.
Fuentes de seguridad confirmaron la muerte de Vieira y dos residentes de Bissau que viven cerca del hogar del mandatario dijeron que unos guardias presidenciales les habían contado el asesinato.
La Unión Africana condenó los asesinatos calificándolos de "ataques cobardes y atroces" y pidió a los líderes políticos que apoyen a las autoridades legítimas.
El país de sólo 1,6 millones de habitantes, ex colonia portuguesa, ha sufrido años de golpes y desórdenes civiles y es utilizado como conducto para el contrabando de cocaína latinoamericana hacia Europa.
Vieira era un ex gobernante militar que fue derrocado durante una guerra civil en la década de 1990 y volvió al poder en unas elecciones en 2005.
Estaba enfrentado con el jefe de las fuerzas armadas, el general Batista Tagme Na Wai, que murió en un ataque el domingo por la noche que también destruyó parte de los cuarteles militares.
"Ayer por la noche el jefe de Estado mayor fue asesinado y el presidente fue asesinado en las primeras horas de esta mañana cuando intentaba dejar su domicilio. Su casa fue atacada por un grupo de militares", dijo a Reuters un funcionario del bloque ECOWAS de Africa Occidental, que pidió no ser nombrado.
TENSION
Una fuente de seguridad dijo que soldados del grupo étnico Balante, de Na Wai, encabezaron el ataque contra Vieira, quien pertenecía a la pequeña comunidad Papel, y saquearon su domicilio después del asesinato.
Las tensiones son habituales entre el 'establishment' político y las fuerzas de seguridad en Bissau. En enero, el mando de las fuerzas armadas dijo que milicianos contratados para proteger al presidente Vieira habían disparado contra Na Wai.
Un miembro de la milicia negó que el tiroteo hubiera sido un intento de asesinato, pero las fuerzas armadas ordenaron en cualquier caso la disolución de la milicia.
La fuerza de 400 hombres había sido reclutada como guardia personal de Vieira por el Ministerio del Interior después de que el presidente fuera objetivo de un ataque con metralletas y lanzagranadas contra su residencia el 23 de noviembre del año pasado.
Los analistas dicen que la inestabilidad política ha empeorado en los últimos años después de que bandas de narcotraficantes latinoamericanos se han aprovechado de la escasa vigilancia de la costa de Guinea-Bissau y sus remotas pistas de aterrizaje para introducir de contrabando cocaína a través de Africa hacia Europa.
Los analistas afirman que cárteles de drogas con grandes recursos con acceso a armas, lanchas y aviones han logrado la cooperación de altos cargos en las fuerzas armadas y gobierno de uno de los países más pobres del mundo.
BISSAU (Reuters) -
Tiroteos y el sonido de armas pesadas resonaron en Bissau en las primeras horas del lunes, disminuyendo al amanecer. La mayoría de los residentes permanecía en sus hogares y no estaba claro quién quedó al mando.
"La muerte del Jefe de Estado Joao Bernardo Vieira está confirmada. Su esposa se encuentra en la embajada de Angola", dijo Sandji Fati, un coronel retirado y cercano colega del presidente asesinado, a Reuters en Bissau.
"Nino Vieira se negó a dejar su residencia cuando diplomáticos de la embajada angoleña llegaron a su casa para llevarlo a él y su esposa a un lugar seguro", agregó Fati.
Fuentes de seguridad confirmaron la muerte de Vieira y dos residentes de Bissau que viven cerca del hogar del mandatario dijeron que unos guardias presidenciales les habían contado el asesinato.
La Unión Africana condenó los asesinatos calificándolos de "ataques cobardes y atroces" y pidió a los líderes políticos que apoyen a las autoridades legítimas.
El país de sólo 1,6 millones de habitantes, ex colonia portuguesa, ha sufrido años de golpes y desórdenes civiles y es utilizado como conducto para el contrabando de cocaína latinoamericana hacia Europa.
Vieira era un ex gobernante militar que fue derrocado durante una guerra civil en la década de 1990 y volvió al poder en unas elecciones en 2005.
Estaba enfrentado con el jefe de las fuerzas armadas, el general Batista Tagme Na Wai, que murió en un ataque el domingo por la noche que también destruyó parte de los cuarteles militares.
"Ayer por la noche el jefe de Estado mayor fue asesinado y el presidente fue asesinado en las primeras horas de esta mañana cuando intentaba dejar su domicilio. Su casa fue atacada por un grupo de militares", dijo a Reuters un funcionario del bloque ECOWAS de Africa Occidental, que pidió no ser nombrado.
TENSION
Una fuente de seguridad dijo que soldados del grupo étnico Balante, de Na Wai, encabezaron el ataque contra Vieira, quien pertenecía a la pequeña comunidad Papel, y saquearon su domicilio después del asesinato.
Las tensiones son habituales entre el 'establishment' político y las fuerzas de seguridad en Bissau. En enero, el mando de las fuerzas armadas dijo que milicianos contratados para proteger al presidente Vieira habían disparado contra Na Wai.
Un miembro de la milicia negó que el tiroteo hubiera sido un intento de asesinato, pero las fuerzas armadas ordenaron en cualquier caso la disolución de la milicia.
La fuerza de 400 hombres había sido reclutada como guardia personal de Vieira por el Ministerio del Interior después de que el presidente fuera objetivo de un ataque con metralletas y lanzagranadas contra su residencia el 23 de noviembre del año pasado.
Los analistas dicen que la inestabilidad política ha empeorado en los últimos años después de que bandas de narcotraficantes latinoamericanos se han aprovechado de la escasa vigilancia de la costa de Guinea-Bissau y sus remotas pistas de aterrizaje para introducir de contrabando cocaína a través de Africa hacia Europa.
Los analistas afirman que cárteles de drogas con grandes recursos con acceso a armas, lanchas y aviones han logrado la cooperación de altos cargos en las fuerzas armadas y gobierno de uno de los países más pobres del mundo.
