Hubo 42 sobrevivientes, informó la policía de Aduanas y de Fronteras en un comunicado que precisó que continuaban las operaciones de búsqueda de sobrevivientes.
"Las primeras informaciones dan cuenta de que 27 cadáveres fueron recuperados hasta ahora", según la misma fuente.
Informaciones anteriores, basadas en testimonios, anunciaban la muerte de 50 personas.
Los pasajeros serían de nacionalidad iraní e iraquí, según abogados especialistas en la defensa de solicitantes de asilo.
La tragedia fue presenciada por los habitantes de la isla de Navidad.
"Había niños en el mar. Uno de ellos era muy pequeño, con un chaleco salvavidas, que flotaba con la cara en el agua, visiblemente muerto", declaró a la televisión Sky News un habitante, Simon Price.
Los habitante dijeron haber sido despertados en la madrugada por alaridos que venían del mar. Lanzaron al agua chalecos salvavidas pero el viento los devolvía a la playa. Luego formaron cadenas humanas para lanzar cuerdas.
"Escuchábamos los gritos", declaró llorando Ingrid Avery a la radio de Melbourne.
"Gritos, gritos, podía escuchar los gritos de los niños", agregó.
Uno de los testigos, Phillip Stewart, dijo que vio a gente que se estaba ahogando y a otros flotando en medio de restos después de que el barco se estrellara, en una mar embravecida, contra un acantilado de la Isla de Navidad, situada en el océano Índico, a 2.600 km de las costas occidentales de Australia.
"Vimos cómo se ahogaba la gente (...) Desgraciadamente, eran empujados contra las rocas", declaró este testigo a la televisión Sky News.
La primera ministra Julia Gillard anuló sus vacaciones y declaró que "el objetivo del gobierno y la absoluta prioridad ahora son los socorros, la recuperación y la atención para las personas heridas".
Según testigos, la embarcación estaba repleta de pasajeros, en su mayoría familias, y parecían enfermos, tumbados sobre la cubierta, cuando el barco derivaba antes de ir a estrellarse contra las rocas.
Otro habitante de la isla, Michael Foster, declaró que los socorristas lo hicieron lo mejor que pudieron pero que las condiciones eran demasiado difíciles para poder acercarse a los náufragos.
Miles de solicitantes de asilo provenientes de Irak, Afganistán y de Sri Lanka tratan de llegar a Australia a partir de Indonesia en embarcaciones improvisadas.
En 2009, cinco refugiados afganos habían muerto en el mar, cerca de la Isla de Navidad.
La isla de Navidad, territorio australiano situado a unos 300 km de las costas indonesias, alberga un centro de retención para los solicitantes de asilo en compás de espera.
Los defensores de los derechos humanos luchan desde hace tiempo contra la política australiana de detención de los solicitantes de asilo en esta pequeña isla perdida en medio del Océano Indico.
En varias ocasiones, Canberra ha evocado la idea de construir un centro de retención en Timor Leste, para desalentar a los solicitantes de un viaje peligroso que ha dejado varios cientos de muertos en los últimos diez años, proposición que provocado escándalo en Australia.
"Las primeras informaciones dan cuenta de que 27 cadáveres fueron recuperados hasta ahora", según la misma fuente.
Informaciones anteriores, basadas en testimonios, anunciaban la muerte de 50 personas.
Los pasajeros serían de nacionalidad iraní e iraquí, según abogados especialistas en la defensa de solicitantes de asilo.
La tragedia fue presenciada por los habitantes de la isla de Navidad.
"Había niños en el mar. Uno de ellos era muy pequeño, con un chaleco salvavidas, que flotaba con la cara en el agua, visiblemente muerto", declaró a la televisión Sky News un habitante, Simon Price.
Los habitante dijeron haber sido despertados en la madrugada por alaridos que venían del mar. Lanzaron al agua chalecos salvavidas pero el viento los devolvía a la playa. Luego formaron cadenas humanas para lanzar cuerdas.
"Escuchábamos los gritos", declaró llorando Ingrid Avery a la radio de Melbourne.
"Gritos, gritos, podía escuchar los gritos de los niños", agregó.
Uno de los testigos, Phillip Stewart, dijo que vio a gente que se estaba ahogando y a otros flotando en medio de restos después de que el barco se estrellara, en una mar embravecida, contra un acantilado de la Isla de Navidad, situada en el océano Índico, a 2.600 km de las costas occidentales de Australia.
"Vimos cómo se ahogaba la gente (...) Desgraciadamente, eran empujados contra las rocas", declaró este testigo a la televisión Sky News.
La primera ministra Julia Gillard anuló sus vacaciones y declaró que "el objetivo del gobierno y la absoluta prioridad ahora son los socorros, la recuperación y la atención para las personas heridas".
Según testigos, la embarcación estaba repleta de pasajeros, en su mayoría familias, y parecían enfermos, tumbados sobre la cubierta, cuando el barco derivaba antes de ir a estrellarse contra las rocas.
Otro habitante de la isla, Michael Foster, declaró que los socorristas lo hicieron lo mejor que pudieron pero que las condiciones eran demasiado difíciles para poder acercarse a los náufragos.
Miles de solicitantes de asilo provenientes de Irak, Afganistán y de Sri Lanka tratan de llegar a Australia a partir de Indonesia en embarcaciones improvisadas.
En 2009, cinco refugiados afganos habían muerto en el mar, cerca de la Isla de Navidad.
La isla de Navidad, territorio australiano situado a unos 300 km de las costas indonesias, alberga un centro de retención para los solicitantes de asilo en compás de espera.
Los defensores de los derechos humanos luchan desde hace tiempo contra la política australiana de detención de los solicitantes de asilo en esta pequeña isla perdida en medio del Océano Indico.
En varias ocasiones, Canberra ha evocado la idea de construir un centro de retención en Timor Leste, para desalentar a los solicitantes de un viaje peligroso que ha dejado varios cientos de muertos en los últimos diez años, proposición que provocado escándalo en Australia.