El juicio contra el general Jorge Olivera Rovere por su papel en la represión ilegal en el Cuerpo I del Ejército había arrancado ayer con escándalo, cuando los miembros del Tribunal Oral federal 5 (TOF5) impidieron que los fotógrafos y cameramen retrataran al acusado. Hoy, en la segunda audiencia, dieron parcialmente marcha atrás: a un solo fotógrafo, de la agencia oficial Télam, le permitieron retratar a Rovere bajo ciertas condiciones.
El acusado, ex subjefe del Cuerpo I del Ejército e imputado de 120 secuestros y cuatro homicidios, se negó hoy a declarar. Durante la dictadura, tuvo bajo su órbita los centros clandestinos de detención "El Olimpo", "El Banco" y "Automotores Orletti", entre otros. "No voy a declarar y ratifico mi declaración anterior porque la situación no ha cambiado en nada"", dijo Olivera Rovere, tras lo cual se dio lectura a su anterior indagatoria en donde el acusado negaba haber conocido los crímenes que se le achacan.
Casi al mismo tiempo que el tribunal autorizó que se fotografiara a Rovere –sin flash, atrás de un vidrio y desde la bandeja del público -, el titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, justificó la decisión de ayer del TOF5. El alto magistrado argumentó que "los jueces tienen facultades para resolver cómo se hace en la práctica" la difusión de un juicio, aunque aclaró que los debates orales deben ser "públicos" y dijo que dialogaría con el tribunal "para buscar un equilibrio". Esta mañana, organizaciones de derechos humanos habían presentado a la Corte Suprema un escrito denunciando las "restricciones" a la prensa en el juicio.
En esta segunda jornada, la defensa de Olivera Rovere hizo una serie de planteos impugnando el juicio por presunto "doble juzgamiento", "prescripción" e infracción al principio jurídico de aplicación de la ley más benigna para el imputado.
Durante las investigaciones por los crímenes de la dictadura, Olivera Rovere había sido procesado, pero recibió el indulto presidencial de Carlos Menem. Con la reapertura de las investigaciones, volvió a ser procesado en 2004 y estuvo preso 35 meses hasta que en febrero del 2007 la Cámara de Casación Penal lo liberó a la espera del juicio oral.
El proceso se divide en dos partes: en la primera se juzgará la responsabilidad de Olivera Rovere; y en la segunda, que comenzará en abril, se sumarán a los acusados otros cuatro altos jefes militares que dependían del primero.
El acusado, ex subjefe del Cuerpo I del Ejército e imputado de 120 secuestros y cuatro homicidios, se negó hoy a declarar. Durante la dictadura, tuvo bajo su órbita los centros clandestinos de detención "El Olimpo", "El Banco" y "Automotores Orletti", entre otros. "No voy a declarar y ratifico mi declaración anterior porque la situación no ha cambiado en nada"", dijo Olivera Rovere, tras lo cual se dio lectura a su anterior indagatoria en donde el acusado negaba haber conocido los crímenes que se le achacan.
Casi al mismo tiempo que el tribunal autorizó que se fotografiara a Rovere –sin flash, atrás de un vidrio y desde la bandeja del público -, el titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, justificó la decisión de ayer del TOF5. El alto magistrado argumentó que "los jueces tienen facultades para resolver cómo se hace en la práctica" la difusión de un juicio, aunque aclaró que los debates orales deben ser "públicos" y dijo que dialogaría con el tribunal "para buscar un equilibrio". Esta mañana, organizaciones de derechos humanos habían presentado a la Corte Suprema un escrito denunciando las "restricciones" a la prensa en el juicio.
En esta segunda jornada, la defensa de Olivera Rovere hizo una serie de planteos impugnando el juicio por presunto "doble juzgamiento", "prescripción" e infracción al principio jurídico de aplicación de la ley más benigna para el imputado.
Durante las investigaciones por los crímenes de la dictadura, Olivera Rovere había sido procesado, pero recibió el indulto presidencial de Carlos Menem. Con la reapertura de las investigaciones, volvió a ser procesado en 2004 y estuvo preso 35 meses hasta que en febrero del 2007 la Cámara de Casación Penal lo liberó a la espera del juicio oral.
El proceso se divide en dos partes: en la primera se juzgará la responsabilidad de Olivera Rovere; y en la segunda, que comenzará en abril, se sumarán a los acusados otros cuatro altos jefes militares que dependían del primero.