"Todas las personas detenidas lo han sido en base a órdenes de arresto y todas las encarceladas son objeto de acusaciones", declaró a la AFP el adjunto del ministro de Justicia, Busho Ibrahim.
"No hay ningún acto de tortura y el informe carece de fundamento y es incorrecto", afirmó.
Las declaraciones de Ibrahim se refieren únicamente a las cárceles gestionadas por el ministerio de Justicia. El ministerio del Interior y el de Defensa también gestionan centros de detención.
Por su parte, un portavoz del ejército estadounidense consideró "improbable que los detenidos del sistema judicial iraquí puedan ser objeto de torturas y de malos tratos".
"Los centros de detención son frecuentemente inspeccionados y respetan las normas internacionales sobre los derechos de los detenidos", declaró el teniente coronel Bob Owen en un correo electrónico.
"El ministerio de Justicia desempeña un papel valioso en Irak. Los detenidos son alimentados, vestidos y reciben medicinas. También son autorizados a recibir visitas de sus familias. Estados Unidos no viola ninguna convención internacional en Irak sobre los detenidos", dijo.
Amnistía Internacional dice en un informe publicado el lunes que "las fuerzas de seguridad iraquíes son responsables de violaciones sistemáticas de los derechos de los detenidos y lo hacen con toda impunidad".
La organización de defensa de los derechos humanos, con sede en Londres, detalla cientos de casos de detención arbitraria, de tortura y de desaparición de detenidos. La tortura tiene como objetivo en general conseguir confesiones, que siguen siendo, según la organización, las pruebas privilegiadas por la justicia iraquí.
Amnistía Internacional también denuncia la responsabilidad de las fuerzas estadounidenses que, con vistas a su retirada total a finales de 2011, han transferido a miles de detenidos a los iraquíes "sin garantías por su parte sobre la tortura y los malos tratos".
"No hay ningún acto de tortura y el informe carece de fundamento y es incorrecto", afirmó.
Las declaraciones de Ibrahim se refieren únicamente a las cárceles gestionadas por el ministerio de Justicia. El ministerio del Interior y el de Defensa también gestionan centros de detención.
Por su parte, un portavoz del ejército estadounidense consideró "improbable que los detenidos del sistema judicial iraquí puedan ser objeto de torturas y de malos tratos".
"Los centros de detención son frecuentemente inspeccionados y respetan las normas internacionales sobre los derechos de los detenidos", declaró el teniente coronel Bob Owen en un correo electrónico.
"El ministerio de Justicia desempeña un papel valioso en Irak. Los detenidos son alimentados, vestidos y reciben medicinas. También son autorizados a recibir visitas de sus familias. Estados Unidos no viola ninguna convención internacional en Irak sobre los detenidos", dijo.
Amnistía Internacional dice en un informe publicado el lunes que "las fuerzas de seguridad iraquíes son responsables de violaciones sistemáticas de los derechos de los detenidos y lo hacen con toda impunidad".
La organización de defensa de los derechos humanos, con sede en Londres, detalla cientos de casos de detención arbitraria, de tortura y de desaparición de detenidos. La tortura tiene como objetivo en general conseguir confesiones, que siguen siendo, según la organización, las pruebas privilegiadas por la justicia iraquí.
Amnistía Internacional también denuncia la responsabilidad de las fuerzas estadounidenses que, con vistas a su retirada total a finales de 2011, han transferido a miles de detenidos a los iraquíes "sin garantías por su parte sobre la tortura y los malos tratos".