Un demandante asegura que el régimen lo torturó durante la represión del movimiento de protestas iniciado en febrero de 2011 contra la dinastía suní de los Jalifa para reclamar una monarquía constitucional.
"El reino de Bahréin niega de forma categórica esas alegaciones y afirma no haber pedido nunca la inmunidad en Reino Unido" para el príncipe Naser bin Hamad al Jalifa, indicó un comunicado oficial publicado en la tarde del martes por la agencia oficial BNA.
Las autoridades del reino aseguran que la decisión de la justicia británica "no abre la vía a acciones judiciales", ya que, según ellas, la policía británica rechazó investigar esas acusaciones.
Los defensores de los derechos humanos desean que la policía británica analice la implicación directa del príncipe en los casos de tortura de prisioneros políticos.
"Es una victoria para el pueblo bahreiní", se felicitó tras la decisión de la justicia británica Sayed al Wadaei, director del Instituto Bahreiní para los Derechos Democráticos.
El príncipe, que visita habitualmente Reino Unido, considera este Estado como "su segunda casa", subrayó a la AFP Wadaei. La decisión aprobada el martes podría, llegado el caso, implicar su detención.
El movimiento de protestas, liderado por chiitas -mayoritarios en el país- que exigen una monarquía constitucional desde 2011, sigue con manifestaciones esporádicas que, con frecuencia, dan lugar a enfrentamientos con la policía.