Ginebra. (EFE).- Ban Ki Mun se reunió con el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, en el Palacio de Naciones de Ginebra. Coincidiendo con el encuentro, la oficina del secretario general de la ONU emitió una declaración de éste con ocasión de la próxima celebración del Día del Holocausto, en la que Ban condena la negación de la matanza de judíos por parte de los nazis y su relativización.
Ahmadineyad es el único jefe de Estado que asiste a este foro, y tiene previsto intervenir esta tarde. La presencia de Ahmadineyad ha causado la indignación de Israel, que ha llamado a consultas a su embajador en Berna en protesta por la entrevista que mantuvo anoche el presidente suizo, Hans-Rudolf Merz, con su homólogo iraní.
Ban inauguró esta mañana la Conferencia de Revisión sobre Racismo, Xenofobia e Intolerancia, que boicotean Israel, Estados Unidos, Alemania, Canadá, Italia, Holanda, Polonia, Nueva Zelanda y Australia porque temen que pueda convertirse en un foro antisemita, como denuncian que ocurrió en la primera reunión celebrada en la ciudad sudafricana de Durban hace ocho años, cuando se acusó a Israel de ser un "estado racista".
"El documento es muy equilibrado y establece un marco concreto de acción en una campaña global en busca de la justicia para las víctimas del racismo en el mundo", dijo Ban respecto al texto aprobado por consenso el viernes tras arduas negociaciones.
El documento, borrador y base para la declaración oficial que debe ser aprobada durante la conferencia, no hace referencia a Israel, ni tampoco a los territorios palestinos ocupados, pero sí hace mención al Holocausto y a la necesidad de no olvidarlo.
"Soñamos con ir en una nueva dirección, pero muchos se aferran al pasado. Hablamos de buscar una nueva unidad, como los tiempos demandan, pero seguimos débiles y divididos; hablamos de tolerancia y respeto mutuo, pero señalamos con el dedo y realizamos las mismas acusaciones hoy que hace años, sino décadas", declaró Ban.
El secretario general de la ONU pidió a todos los países "que vean la conferencia como el inicio y no el final de un proceso", y reiteró su llamamiento para que todos los países participen. "A menos que participen, sus opiniones no podrán ser escuchadas o tomadas en cuenta", subrayó.
Ahmadineyad es el único jefe de Estado que asiste a este foro, y tiene previsto intervenir esta tarde. La presencia de Ahmadineyad ha causado la indignación de Israel, que ha llamado a consultas a su embajador en Berna en protesta por la entrevista que mantuvo anoche el presidente suizo, Hans-Rudolf Merz, con su homólogo iraní.
Ban inauguró esta mañana la Conferencia de Revisión sobre Racismo, Xenofobia e Intolerancia, que boicotean Israel, Estados Unidos, Alemania, Canadá, Italia, Holanda, Polonia, Nueva Zelanda y Australia porque temen que pueda convertirse en un foro antisemita, como denuncian que ocurrió en la primera reunión celebrada en la ciudad sudafricana de Durban hace ocho años, cuando se acusó a Israel de ser un "estado racista".
"El documento es muy equilibrado y establece un marco concreto de acción en una campaña global en busca de la justicia para las víctimas del racismo en el mundo", dijo Ban respecto al texto aprobado por consenso el viernes tras arduas negociaciones.
El documento, borrador y base para la declaración oficial que debe ser aprobada durante la conferencia, no hace referencia a Israel, ni tampoco a los territorios palestinos ocupados, pero sí hace mención al Holocausto y a la necesidad de no olvidarlo.
"Soñamos con ir en una nueva dirección, pero muchos se aferran al pasado. Hablamos de buscar una nueva unidad, como los tiempos demandan, pero seguimos débiles y divididos; hablamos de tolerancia y respeto mutuo, pero señalamos con el dedo y realizamos las mismas acusaciones hoy que hace años, sino décadas", declaró Ban.
El secretario general de la ONU pidió a todos los países "que vean la conferencia como el inicio y no el final de un proceso", y reiteró su llamamiento para que todos los países participen. "A menos que participen, sus opiniones no podrán ser escuchadas o tomadas en cuenta", subrayó.