"Cuba es una isla y por ello es importante la gestión de los desechos en el mar y también saber cuál es la mejor forma para preservar el océano", dijo a dpa Camille Rollin, portavoz de la fundación "Race for Water Odissey" (Carrera por la odisea del agua).
El barco está considerado el catamarán híbrido más grande del mundo, tan solo utiliza energías renovables y limpias como la solar y el hidrógeno en su sistema de propulsión.
La cubierta está ocupada por más de 500 metros cuadrados de paneles solares, mientras que el hidrógeno se obtiene del agua del mar y también se le suma una cometa que al desplegarse duplica la velocidad de la nave con la fuerza del viento.
La embarcación arribó a aguas cubanas en la noche del jueves, proveniente de Bahamas, y se mantendrá en la isla hasta el ocho de agosto. Durante su estancia en La Habana recibirá visitas escolares y realizará talleres con científicos cubanos.
"El proyecto 'Race for Water Odissey' busca encontrar soluciones y compartir experiencias en torno a la problemática mundial que es la contaminación de los océanos con residuos plásticos", afirmó en rueda de prensa el director de la fundación, Serge Pittet.
La estancia del barco será aprovechada por el Centro de Estudios Ambientales de la provincia central cubana de Cienfuegos, que podrá conocer de primera mano la tecnología que se emplea para determinar el tipo de plástico que hay en los océanos y cómo se maneja este problema.
"Nuevas ideas, innovaciones, propuestas, soluciones, son rentables mediante el intercambio y la confrontación de ideas de experiencias y de visiones", dijo el embajador de Suiza en la isla, Marcel Stutz, durante la presentación del barco.
Entre los objetivos de la fundación "Race for Water Odissey" está la promoción de soluciones innovadoras capaces de transformar los residuos plásticos en recursos energéticos.
El catamarán comenzó su travesía en 2015 con un equipo formado por 15 personas, incluidos los cinco tripulantes que lo operan. Durante cinco años darán una vuelta al mundo y su próximo destino es República Dominicana.
El barco está considerado el catamarán híbrido más grande del mundo, tan solo utiliza energías renovables y limpias como la solar y el hidrógeno en su sistema de propulsión.
La cubierta está ocupada por más de 500 metros cuadrados de paneles solares, mientras que el hidrógeno se obtiene del agua del mar y también se le suma una cometa que al desplegarse duplica la velocidad de la nave con la fuerza del viento.
La embarcación arribó a aguas cubanas en la noche del jueves, proveniente de Bahamas, y se mantendrá en la isla hasta el ocho de agosto. Durante su estancia en La Habana recibirá visitas escolares y realizará talleres con científicos cubanos.
"El proyecto 'Race for Water Odissey' busca encontrar soluciones y compartir experiencias en torno a la problemática mundial que es la contaminación de los océanos con residuos plásticos", afirmó en rueda de prensa el director de la fundación, Serge Pittet.
La estancia del barco será aprovechada por el Centro de Estudios Ambientales de la provincia central cubana de Cienfuegos, que podrá conocer de primera mano la tecnología que se emplea para determinar el tipo de plástico que hay en los océanos y cómo se maneja este problema.
"Nuevas ideas, innovaciones, propuestas, soluciones, son rentables mediante el intercambio y la confrontación de ideas de experiencias y de visiones", dijo el embajador de Suiza en la isla, Marcel Stutz, durante la presentación del barco.
Entre los objetivos de la fundación "Race for Water Odissey" está la promoción de soluciones innovadoras capaces de transformar los residuos plásticos en recursos energéticos.
El catamarán comenzó su travesía en 2015 con un equipo formado por 15 personas, incluidos los cinco tripulantes que lo operan. Durante cinco años darán una vuelta al mundo y su próximo destino es República Dominicana.