
Bashar Al Asad
"Habría deseado a 100% que no lo hubiésemos derribado", dijo el presidente sirio en una entrevista al cotidiano turco Cumhuriyet, dos semanas después de que el avión Phantom F-4 turco, fue derribado en el Mediterráneo frente a Siria.
"El avión volaba en un corredor aéreo que fue utilizado tres veces en el pasado por la aviación israelí", dijo Asad. "Nos enteramos que el aparato era turco después de haberlo derribado", en este incidente que incrementó la tensión entre Turquía y Siria.
El presidente sirio también afirmó que no movilizará tropas a la frontera.
"Haga lo que haga el gobierno (turco de Recep Tayyip) Erdogan no procederemos a ninguna concentración de tropas en la frontera. El pueblo turco es amigo y nos comprenderá", agregó.
El viernes, un alto responsable de la rebelión siria, el general Mustafá al Cheikh, afirmó que tropas sirias se habían concentrado a 15 kilómetros de la frontera con Turquía, evaluando esas tropas "en 2.500 soldados, apoyados por 170 vehículos y tanques".
De su lado, Turquía envió a la frontera tropas, blindados y baterías de misiles tierra-aire.
Ankara acusó a Damasco de haber derribado su avión en aguas internacionales, pero admitió que el aparato había momentáneamente violado de manera no deliberada el espacio aéreo sirio y denunció un "acto hostil" e "intencional".
Siria afirmó por su parte que el avión fue derribado en su espacio aéreo.
El presidente sirio rechazó las acusaciones turcas y afirmó que "un país en guerra siempre actúa de esa forma, el aparato volaba a muy baja altitud y fue derribado por la defensa antiaérea, que lo tomó por un avión israelí como los que atacaron a Turquía en 2007 (...) El soldado que operaba la defensa antiaérea no tenía radar y por lo tanto no podía saber a qué país pertenecía", afirmó Al Asad, antes de presentar sus condolencias a los familiares de los dos pilotos del aparato, que nunca fueron hallados.
"Si ese avión hubiese sido abatido en el espacio internacional (como afirma Turquía), no hubiésemos dudado en presentar nuestras disculpas", dijo Al Asad, estimando que este incidente no debía provocar confrontación armada con Turquía.
"No queremos ni siquiera pensar que este avión fue enviado deliberadamente a nuestro espacio aéreo. Queremos pensar que se trata de un error del piloto y consideramos este hecho como formando parte del pasado y como algo que no debe ser exagerado (...) No tenemos nada que ganar con derribar un avión de combate turco", estimó Asad.
"Evidentemente, habría estado contento si hubiese sido un avión israelí", agregó.
El régimen de Bashar al Asad está confrontado desde marzo de 2011 a una contestación política y armada de gran envergadura.
Ankara ha dado acogida a más de 35.000 refugiados y soldados desertores sirios y apoya a la oposición. El lunes, 85 soldados sirios, entre ellos un general, desertaron y se fueron a Turquía.
El diario Cumhuriyet, que entrevistó al presidente sirio en Damasco en una fecha no precisada, publicará el miércoles la segunda parte de esta entrevista.
"El avión volaba en un corredor aéreo que fue utilizado tres veces en el pasado por la aviación israelí", dijo Asad. "Nos enteramos que el aparato era turco después de haberlo derribado", en este incidente que incrementó la tensión entre Turquía y Siria.
El presidente sirio también afirmó que no movilizará tropas a la frontera.
"Haga lo que haga el gobierno (turco de Recep Tayyip) Erdogan no procederemos a ninguna concentración de tropas en la frontera. El pueblo turco es amigo y nos comprenderá", agregó.
El viernes, un alto responsable de la rebelión siria, el general Mustafá al Cheikh, afirmó que tropas sirias se habían concentrado a 15 kilómetros de la frontera con Turquía, evaluando esas tropas "en 2.500 soldados, apoyados por 170 vehículos y tanques".
De su lado, Turquía envió a la frontera tropas, blindados y baterías de misiles tierra-aire.
Ankara acusó a Damasco de haber derribado su avión en aguas internacionales, pero admitió que el aparato había momentáneamente violado de manera no deliberada el espacio aéreo sirio y denunció un "acto hostil" e "intencional".
Siria afirmó por su parte que el avión fue derribado en su espacio aéreo.
El presidente sirio rechazó las acusaciones turcas y afirmó que "un país en guerra siempre actúa de esa forma, el aparato volaba a muy baja altitud y fue derribado por la defensa antiaérea, que lo tomó por un avión israelí como los que atacaron a Turquía en 2007 (...) El soldado que operaba la defensa antiaérea no tenía radar y por lo tanto no podía saber a qué país pertenecía", afirmó Al Asad, antes de presentar sus condolencias a los familiares de los dos pilotos del aparato, que nunca fueron hallados.
"Si ese avión hubiese sido abatido en el espacio internacional (como afirma Turquía), no hubiésemos dudado en presentar nuestras disculpas", dijo Al Asad, estimando que este incidente no debía provocar confrontación armada con Turquía.
"No queremos ni siquiera pensar que este avión fue enviado deliberadamente a nuestro espacio aéreo. Queremos pensar que se trata de un error del piloto y consideramos este hecho como formando parte del pasado y como algo que no debe ser exagerado (...) No tenemos nada que ganar con derribar un avión de combate turco", estimó Asad.
"Evidentemente, habría estado contento si hubiese sido un avión israelí", agregó.
El régimen de Bashar al Asad está confrontado desde marzo de 2011 a una contestación política y armada de gran envergadura.
Ankara ha dado acogida a más de 35.000 refugiados y soldados desertores sirios y apoya a la oposición. El lunes, 85 soldados sirios, entre ellos un general, desertaron y se fueron a Turquía.
El diario Cumhuriyet, que entrevistó al presidente sirio en Damasco en una fecha no precisada, publicará el miércoles la segunda parte de esta entrevista.