
"Una redefinición de la PAC es necesaria", dijo ante los diputados europeos el comisario de Agricultura, el rumano, Dacian Ciolos, al presentar sus propuestas para reformar el sistema de subvenciones agrícolas europeas a partir de 2014.
Entre las propuestas que regirán la PAC, Ciolos pretende condicionar la ayuda que la Unión Europea otorga a cerca de 12 millones de agricultores a la puesta en marcha de "prácticas agrícolas" simples como el mantenimiento del pastoreo permanente, la rotación de los cultivos y la destinación de un 7% de la superficie de la explotación a actividades ecológicas.
La reforma pretende imponer "prácticas de producción duraderas", destacó Ciolos.
Entre las medidas más polémicas figura un plan de poner un techo de 300.000 euros a las ayudas que reciben las grandes explotaciones, a lo que Alemania y Gran Bretaña se oponen abiertamente.
Ciolos propone incluso que a partir de los 150.000 euros, las ayudas vayan decreciendo progresivamente.
Apelando a un cambio en los "paradigmas", Ciolos instó a una PAC más equitativa con un sistema de pago único por el que los estados reciban ayudas según su producción media o que sean proporcionales a la cantidad de hectáreas.
"La política y más aún a nivel europeo, es el arte de lo posible y de los equilibrios", afirmó Ciolos.
"Lo más importante es impulsar un movimiento hacia la buena dirección", estimó y prometió continuar en esta vía hasta al menos 2020.
Un centenar de agricultores acudieron este miércoles a Bruselas para protestar contra las medidas. A muchos agricultores europeos les preocupa el costo que implica hacer los cultivos 'más verdes'.
Francia y Alemania, principales beneficiarios de las ayudas europeas, se pronunciaron el año pasado por una PAC con una mayor regulación y contra un modelo de tasa única ("flat rate", calculado en base a una tasa media por hectárea) de distribución de ayudas.
Numerosos países adhirieron a la posición franco-alemana, entre éstos Austria, Hungría, Italia o Eslovenia. España generalmente apoya la posición francesa en esta materia.
Ciolos propuso además crear un "fondo de crisis" dotado con 3.500 millones de euros para estar preparados ante situaciones como la "crisis del pepino" del pasado verano boreal.
Las propuestas de la PAC ahora deben ser aprobadas por los gobiernos de la Unión Europea y el Parlamento Europeo, un proceso que podría durar más de dos años.
Entre las propuestas que regirán la PAC, Ciolos pretende condicionar la ayuda que la Unión Europea otorga a cerca de 12 millones de agricultores a la puesta en marcha de "prácticas agrícolas" simples como el mantenimiento del pastoreo permanente, la rotación de los cultivos y la destinación de un 7% de la superficie de la explotación a actividades ecológicas.
La reforma pretende imponer "prácticas de producción duraderas", destacó Ciolos.
Entre las medidas más polémicas figura un plan de poner un techo de 300.000 euros a las ayudas que reciben las grandes explotaciones, a lo que Alemania y Gran Bretaña se oponen abiertamente.
Ciolos propone incluso que a partir de los 150.000 euros, las ayudas vayan decreciendo progresivamente.
Apelando a un cambio en los "paradigmas", Ciolos instó a una PAC más equitativa con un sistema de pago único por el que los estados reciban ayudas según su producción media o que sean proporcionales a la cantidad de hectáreas.
"La política y más aún a nivel europeo, es el arte de lo posible y de los equilibrios", afirmó Ciolos.
"Lo más importante es impulsar un movimiento hacia la buena dirección", estimó y prometió continuar en esta vía hasta al menos 2020.
Un centenar de agricultores acudieron este miércoles a Bruselas para protestar contra las medidas. A muchos agricultores europeos les preocupa el costo que implica hacer los cultivos 'más verdes'.
Francia y Alemania, principales beneficiarios de las ayudas europeas, se pronunciaron el año pasado por una PAC con una mayor regulación y contra un modelo de tasa única ("flat rate", calculado en base a una tasa media por hectárea) de distribución de ayudas.
Numerosos países adhirieron a la posición franco-alemana, entre éstos Austria, Hungría, Italia o Eslovenia. España generalmente apoya la posición francesa en esta materia.
Ciolos propuso además crear un "fondo de crisis" dotado con 3.500 millones de euros para estar preparados ante situaciones como la "crisis del pepino" del pasado verano boreal.
Las propuestas de la PAC ahora deben ser aprobadas por los gobiernos de la Unión Europea y el Parlamento Europeo, un proceso que podría durar más de dos años.