La alta dirección china, que había prometido, a través de la prensa oficial decisiones "históricas", produjo al final un largo comunicado en el que las únicas medidas concretas son la próxima formación de un "grupo central dirigente" encargado de supervisar las reformas, y la creación de un "Consejo de Seguridad del Estado".
Por lo demás, a lo largo del texto de 3.500 palabras --según una versión inglesa no oficial-- el PCC da claramente la espalda a cualquier evolución política, al reiterar su rol dirigente en todos los ámbitos, y concede en el terreno económico --el más esperado-- un "papel decisivo" al mercado.
Pero de inmediato se reafirma el "rol dominante del sistema de propiedad del Estado" aunque el Partido deba "alentar la vitalidad económica y la creatividad de la economía no pública".
Según comentó a la AFP Wang Qinwei, analista de Capital Economics en Londres, el comunicado final tiene un claro "tono de compromiso", lo que augura obstáculos a cualquier reforma.
"Todo el mundo tiene algún motivo para estar satisfecho", comenta por su lado Kenneth Lieberthal, experto de China en la Brookings Institution de Washington.
"Es bastante ambiguo, y bastante modesto" asegura por su lado Jean-Pierre Cabestan, especialista de China en la Hong Kong Baptist University. El comunicado refleja "una gran prudencia en la vía a seguir" respecto a las reformas, y supone "un compromiso entre reformistas y conservadores" .
Aunque el presidente chino Xi Jinping se muestra "más conservador en el plano ideológico y político", en materia económica "tendrá que hacer prueba de mayor valentía si quiere (...) un nuevo modelo de crecimiento", opina Cabestan.
Xi Jinping y el primer ministro Li Keqiang han reiterado su voluntad, desde su llegada en marzo pasado al poder, de reequilibrar el crecimiento de la segunda economía mundial, para que sea menos dependiente de las exportaciones y de las inversiones, y esté más basado en el consumo interno.
El objetivo es duplicar el Producto Interior Bruto (PIB) y el ingreso per cápita en el año 2020.
La afirmación del rol "decisivo" del mercado --desde 1993, era calificado de "base" de la política económica china-- "no es un cambio semántico realmente significativo" opinan Lu Ting y Zhi Xiaojia, economistas de Bank of America Merrill Lynch.
Todo el mundo esperaba expectante este tercer plenario del PCC. Las dos primeras sesiones plenarias que siguen a un congreso del PCC sirven tradicionalmente para designar a los dirigentes del Partido y del Estado, mientras que la tercera fija las grandes líneas políticas y económicas.
En 1978, en una ocasión como ésta, Deng Xiaoping había lanzado su gran modernización de la economía china.
"Ahora que han dicho lo que tenían que decir, los nuevos dirigentes deben hacer lo que deben. El verdadero test empieza ahora", asegura en fin Yao Wei, una economista del banco francés Société Générale en Hong Kong.