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Sarcófagos de jade, trajes de seda, instrumentos de música y estatuas se exhiben en el céntrico Palacio Venecia, en el corazón de Roma, y en la sede del antiguo sede del senado romano en el Foro hasta el próximo 6 de febrero.
Bajo el lema "Dos imperios: el águila y el dragón", el ministerio de Cultura italiano y la academia para las Ciencias Sociales de China, seleccionaron piezas espectaculares como la armadura de oro de un rey chino del siglo I d.C y el sarcófago de laca y jade de la dinastía Han (I-II siglo a.C)
En el foro romano se pueden admirar diez estatuas de terracota del II siglo a.C., descubiertas cerca del mausoleo del emperador Qin.
El antiguo poderío de Roma es ilustrado a través de estatuas de mármol de dioses, emperadores y guerreros así como con objetos de la vida diaria como frascos de perfumes, ánforas y joyas. En total 400 objetos han sido expuestos.
El único momento en que los dos mundos se cruzaron fue gracias al comercio de seda y sobre todo a la legendaria Ruta de la Seda en Asia Central.
En el siglo I d.C., el pensador Séneca expresó su indignación ante el nuevo tejido que proviene de pueblos lejanos y que cuesta enormes sumas de dinero.
"Para los romanos ese maravilloso tejido era fabricado por un pueblo que vivía en la otra punta del mundo", explica un cartel.
"Los chinos habían escuchado hablar de los romanos, que llamaban el pueblo Da Qin (...) e imaginaban que vivían en un lugar lleno de animales y plantas exóticas", recita otro letrero.
Un par de guantes de seda y trajes bordados del siglo II a.C figuran entre los objetos más delicados que están expuestos en el Palacio Venecia.
Antes de Roma, la exposición estuvo en Pekín, Luyoang y en la italiana Milán.
Bajo el lema "Dos imperios: el águila y el dragón", el ministerio de Cultura italiano y la academia para las Ciencias Sociales de China, seleccionaron piezas espectaculares como la armadura de oro de un rey chino del siglo I d.C y el sarcófago de laca y jade de la dinastía Han (I-II siglo a.C)
En el foro romano se pueden admirar diez estatuas de terracota del II siglo a.C., descubiertas cerca del mausoleo del emperador Qin.
El antiguo poderío de Roma es ilustrado a través de estatuas de mármol de dioses, emperadores y guerreros así como con objetos de la vida diaria como frascos de perfumes, ánforas y joyas. En total 400 objetos han sido expuestos.
El único momento en que los dos mundos se cruzaron fue gracias al comercio de seda y sobre todo a la legendaria Ruta de la Seda en Asia Central.
En el siglo I d.C., el pensador Séneca expresó su indignación ante el nuevo tejido que proviene de pueblos lejanos y que cuesta enormes sumas de dinero.
"Para los romanos ese maravilloso tejido era fabricado por un pueblo que vivía en la otra punta del mundo", explica un cartel.
"Los chinos habían escuchado hablar de los romanos, que llamaban el pueblo Da Qin (...) e imaginaban que vivían en un lugar lleno de animales y plantas exóticas", recita otro letrero.
Un par de guantes de seda y trajes bordados del siglo II a.C figuran entre los objetos más delicados que están expuestos en el Palacio Venecia.
Antes de Roma, la exposición estuvo en Pekín, Luyoang y en la italiana Milán.
