Nasheed, que renunció el martes, resultó herido el miércoles por un golpe de un policía en una manifestación en el centro de Malé, la capital de este archipiélago del Océano Índico, y estuvo hospitalizado brevemente, indicó su prima a la AFP.
Miembros de su formación, el Partido Democrático de Maldivas (MPD), también resultaron heridos, precisó Eva Abdulá, afiliada a él.
El ex presidente declaró a la AFP que sospechaba que el nuevo jefe de Estado, Mohamed Waheed, tenía conocimiento de un complot para derrocarlo.
"Creo que siempre tuvo la idea de ser presidente. Nunca fue capaz. Cuando se presentó la ocasión la tomó", dijo hablando de su ex vicepresidente, quien desmintió por su parte estas acusaciones.
Nasheed, de 44 años, afirmó que se vio "obligado a renunciar" bajo la amenaza de rebeldes armados en el seno de la policía y del ejército.
"Me dijeron que si no renunciaba usarían sus armas", dijo por teléfono desde su residencia familiar.
Ante los miembros de su partido, Nasheed llamó a su sucesor a renunciar y pidió a la justicia abrir una investigación sobre "el golpe de Estado de ayer (martes)".
En una plaza del centro de Malé se registraron choques entre la policía y varios miles de sus partidarios.
Por primera vez la violencia se extendió el miércoles fuera de la capital. Manifestantes atacaron puestos policiales e incendiaron edificios gubernamentales en al menos dos islas del sur del archipiélago.
La inestabilidad política y estos choques dañan la imagen del país, conocido sobre todo por sus paisajes de tarjeta postal que atraen cada año a turistas adinerados.
Mohamed Waheed fue investido el martes como jefe de Estado tras la dimisión de Nasheed, precedida a su vez por un amotinamiento policial y semanas de manifestaciones de opositores en la capital del archipiélago, de 330.000 habitantes de confesión musulmana.
Nasheed había llegado al poder en 2008 en la primera elección presidencial democrática.
En su primera intervención este miércoles como presidente, Waheed desmintió las acusaciones de que su predecesor fue víctima de un complot.
"Es falso calificar los acontecimientos de golpe de Estado. No sabíamos lo que pasaría, no estaba preparado", aseguró.
Waheed dijo que trabaja en "un verdadero gobierno pluripartidista" en los próximos días que incluiría a todas las formaciones políticas, inclusive el MDP.
Los partidos islamistas también estarán representados, precisó Waheed. El islam es la única religión oficial en Maldivas.
En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores, Ahmed Nassem, acusó a los partidos islamistas de ser responsables de la dimisión del presidente. "Fue un golpe de Estado de los islamistas", dijo a la AFP.
Nasheed había abierto el camino de la democracia en Maldivas, tras treinta años de dictadura del presidente Maumoon Abdul Gayoom. También militó contra el calentamiento climático y alertó de la amenaza de la subida del agua.
Pero los problemas económicos, en particular una fuerte tasa de inflación, afectaron su popularidad.
Militantes islamistas criticaron también que haya permitido la llegada de turistas israelíes y comportamientos "indecentes" en los hoteles del archipiélago.
Miembros de su formación, el Partido Democrático de Maldivas (MPD), también resultaron heridos, precisó Eva Abdulá, afiliada a él.
El ex presidente declaró a la AFP que sospechaba que el nuevo jefe de Estado, Mohamed Waheed, tenía conocimiento de un complot para derrocarlo.
"Creo que siempre tuvo la idea de ser presidente. Nunca fue capaz. Cuando se presentó la ocasión la tomó", dijo hablando de su ex vicepresidente, quien desmintió por su parte estas acusaciones.
Nasheed, de 44 años, afirmó que se vio "obligado a renunciar" bajo la amenaza de rebeldes armados en el seno de la policía y del ejército.
"Me dijeron que si no renunciaba usarían sus armas", dijo por teléfono desde su residencia familiar.
Ante los miembros de su partido, Nasheed llamó a su sucesor a renunciar y pidió a la justicia abrir una investigación sobre "el golpe de Estado de ayer (martes)".
En una plaza del centro de Malé se registraron choques entre la policía y varios miles de sus partidarios.
Por primera vez la violencia se extendió el miércoles fuera de la capital. Manifestantes atacaron puestos policiales e incendiaron edificios gubernamentales en al menos dos islas del sur del archipiélago.
La inestabilidad política y estos choques dañan la imagen del país, conocido sobre todo por sus paisajes de tarjeta postal que atraen cada año a turistas adinerados.
Mohamed Waheed fue investido el martes como jefe de Estado tras la dimisión de Nasheed, precedida a su vez por un amotinamiento policial y semanas de manifestaciones de opositores en la capital del archipiélago, de 330.000 habitantes de confesión musulmana.
Nasheed había llegado al poder en 2008 en la primera elección presidencial democrática.
En su primera intervención este miércoles como presidente, Waheed desmintió las acusaciones de que su predecesor fue víctima de un complot.
"Es falso calificar los acontecimientos de golpe de Estado. No sabíamos lo que pasaría, no estaba preparado", aseguró.
Waheed dijo que trabaja en "un verdadero gobierno pluripartidista" en los próximos días que incluiría a todas las formaciones políticas, inclusive el MDP.
Los partidos islamistas también estarán representados, precisó Waheed. El islam es la única religión oficial en Maldivas.
En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores, Ahmed Nassem, acusó a los partidos islamistas de ser responsables de la dimisión del presidente. "Fue un golpe de Estado de los islamistas", dijo a la AFP.
Nasheed había abierto el camino de la democracia en Maldivas, tras treinta años de dictadura del presidente Maumoon Abdul Gayoom. También militó contra el calentamiento climático y alertó de la amenaza de la subida del agua.
Pero los problemas económicos, en particular una fuerte tasa de inflación, afectaron su popularidad.
Militantes islamistas criticaron también que haya permitido la llegada de turistas israelíes y comportamientos "indecentes" en los hoteles del archipiélago.