Los maestros y gente que les apoya, manifestándose a favor de la educación laica.
"Exigimos que de manera pronta y seria (las autoridades federales) intervengan para que este problema pueda resolverse en los mejores términos", dijo Armando Munguía, integrante de la organización sindical Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en el estado de Michoacán (oeste).
Nueva Jerusalén, enclavada en las montañas de Michoacán, con unos 4.000 habitantes que practican un tipo de catolicismo ultraconservador, no reconocido por la iglesia tradicional, vive un inédito conflicto desde julio, cuando una mayoría derribó las escuelas laicas a las que asistían unos 300 niños.
Munguía condenó al gobierno federal por su "falta de acción", puesto que según él no ha intervenido "con la fuerza necesaria ante el derribo de un edificio público reconocido por la SEP (ministerio de Educación)".
Es "urgente" la intervención de las autoridades federales "para que los alumnos puedan ejercer ese derecho que ahora les está siendo limitado, que es la educación laica, pública y gratuita", dijo Munguía.
Al llegar a Nueva Jerusalén, los maestros encontraron a numerosos religiosos, los hombres con un rosario en el pecho y las mujeres vestidas con faldas largas y el cabello cubierto con velos, custodiando celosamente las puertas principales de la comunidad, aseguradas con cadenas y candados.
Los maestros, recibidos por la minoría que apoya la educación laica, decidieron mantenerse a metros de la entrada para evitar provocaciones.
En los alrededores se desplegaron unos 80 policías del estado de Michoacán, que se mantuvieron vigilantes sin intervenir.
En julio, un grupo de los miembros más radicales de la secta destruyó dos escuelas laicas que funcionaban desde 2007 luego de que uno de ellos soñó que la virgen del Rosario, patrona del pueblo, le ordenaba hacerlo y se registraron algunos roces entre miembros de los dos grupos en que esta dividida la secta.
El 20 de agosto, el grupo minitoritario que reclama tener escuelas públicas intentó iniciar el ciclo escolar en una vivienda y nuevamente se desataron choques con golpes y empujones con los radicales. Un contingente de la Policía Federal fue enviado entonces al pueblo, pero se retiró días después.
Los maestros de la Coordinadora informaron este jueves durante el mitin que el lunes intentarán iniciar clases en una comunidad cercana, donde ya se han instalado aulas provisionales.
Los radicales alegan que ellos cuentan con una escuela parroquial y consideran que la educación laica acarrea problemas como la prostitución, la delincuencia y las drogas.
Los más moderados, que de alguna forma también siguen el catolicismo a ultranza, consideran que la enseñanza en la escuela parroquial no es suficiente ya que se limita sólo a leer y escribir, historia de la religión y matemáticas elementales.
La secta de la Nueva Jerusalén fue fundada en 1973 por sacerdotes católicos que se separaron de la Iglesia tradicional luego de una supuesta aparición de la virgen del Rosario.
Nueva Jerusalén, enclavada en las montañas de Michoacán, con unos 4.000 habitantes que practican un tipo de catolicismo ultraconservador, no reconocido por la iglesia tradicional, vive un inédito conflicto desde julio, cuando una mayoría derribó las escuelas laicas a las que asistían unos 300 niños.
Munguía condenó al gobierno federal por su "falta de acción", puesto que según él no ha intervenido "con la fuerza necesaria ante el derribo de un edificio público reconocido por la SEP (ministerio de Educación)".
Es "urgente" la intervención de las autoridades federales "para que los alumnos puedan ejercer ese derecho que ahora les está siendo limitado, que es la educación laica, pública y gratuita", dijo Munguía.
Al llegar a Nueva Jerusalén, los maestros encontraron a numerosos religiosos, los hombres con un rosario en el pecho y las mujeres vestidas con faldas largas y el cabello cubierto con velos, custodiando celosamente las puertas principales de la comunidad, aseguradas con cadenas y candados.
Los maestros, recibidos por la minoría que apoya la educación laica, decidieron mantenerse a metros de la entrada para evitar provocaciones.
En los alrededores se desplegaron unos 80 policías del estado de Michoacán, que se mantuvieron vigilantes sin intervenir.
En julio, un grupo de los miembros más radicales de la secta destruyó dos escuelas laicas que funcionaban desde 2007 luego de que uno de ellos soñó que la virgen del Rosario, patrona del pueblo, le ordenaba hacerlo y se registraron algunos roces entre miembros de los dos grupos en que esta dividida la secta.
El 20 de agosto, el grupo minitoritario que reclama tener escuelas públicas intentó iniciar el ciclo escolar en una vivienda y nuevamente se desataron choques con golpes y empujones con los radicales. Un contingente de la Policía Federal fue enviado entonces al pueblo, pero se retiró días después.
Los maestros de la Coordinadora informaron este jueves durante el mitin que el lunes intentarán iniciar clases en una comunidad cercana, donde ya se han instalado aulas provisionales.
Los radicales alegan que ellos cuentan con una escuela parroquial y consideran que la educación laica acarrea problemas como la prostitución, la delincuencia y las drogas.
Los más moderados, que de alguna forma también siguen el catolicismo a ultranza, consideran que la enseñanza en la escuela parroquial no es suficiente ya que se limita sólo a leer y escribir, historia de la religión y matemáticas elementales.
La secta de la Nueva Jerusalén fue fundada en 1973 por sacerdotes católicos que se separaron de la Iglesia tradicional luego de una supuesta aparición de la virgen del Rosario.