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Más de 60 escuelas fueron cerradas en Pol-e Alam, capital de la provincia, y el resto de las afectadas se encuentra en el distrito de Mohamad Agha, controlado por los talibanes. El cierre afecta a unos 60.000 alumnos.
Los talibanes amenazan a los maestros para obligarlos a quedarse en sus casas, ya que consideran que la educación atenta contra su poder.
La ONU estima que a causa de la violencia hay al menos 3,7 millones de niños de entre 7 y 17 años que no pueden ir a la escuela en Afganistán. En la provincia sureña de Helmand hay 123 escuelas cerradas desde hace 10 años y se ven afectados 600.000 niños. Desde mayo los talibanes obligaron al cierre de otros 30 colegios en el norte, en la provincia de Takhar, a los que asistían 11.000 menores.
Por otra parte, en ataques de los talibanes contra puntos de control en dos provincias murieron al menos 26 personas. Al menos 20 soldados perecieron en la provincia occidental de Fara, y en la de Gasni, en el sudeste y muy disputada, murieron seis policías, informó Ghulam Sakhi Amar, miembro del Consejo Provincial local.
Los talibanes amenazan a los maestros para obligarlos a quedarse en sus casas, ya que consideran que la educación atenta contra su poder.
La ONU estima que a causa de la violencia hay al menos 3,7 millones de niños de entre 7 y 17 años que no pueden ir a la escuela en Afganistán. En la provincia sureña de Helmand hay 123 escuelas cerradas desde hace 10 años y se ven afectados 600.000 niños. Desde mayo los talibanes obligaron al cierre de otros 30 colegios en el norte, en la provincia de Takhar, a los que asistían 11.000 menores.
Por otra parte, en ataques de los talibanes contra puntos de control en dos provincias murieron al menos 26 personas. Al menos 20 soldados perecieron en la provincia occidental de Fara, y en la de Gasni, en el sudeste y muy disputada, murieron seis policías, informó Ghulam Sakhi Amar, miembro del Consejo Provincial local.
