Marihuana en un coffee shop holandés.
En los "coffee shops" holandeses se vende libremente el cannabis(marihuana y hachís).
"El ayuntamiento ha informado que se cerrarán 'coffee shops' si no disminuyen las molestias", declaró a la AFP Marc Josemans, propietario del "Easy Going" y presidente de la Asociación de Coffee Shops Oficiales de Maastricht (VOCM), una entidad que agrupa a 13 de los 14 establecimientos de la ciudad y que es la promotora de la iniciativa de restringir el acceso.
Alrededor de un millón y medio de turistas de la droga, principalmente belgas, alemanes y franceses, acuden anualmente a los "coffee shops" de la ciudad, causando problemas de tráfico, el ruido nocturno y la proliferación de traficantes de drogas en las calles.
"Ocurre que una encuesta revela que los clientes que vienen de los países limítrofes utilizan mucho más los transportes comunes y por lo tanto no causan, por ejemplo, o muy poco, problemas de tráfico", dijo Josemans.
Al negar el acceso a los "coffee shops" a los luxemburgueses, franceses, españoles e italianos en particular, los "coffee shops" de Maastricht, ciudad situada cerca de la frontera con Bélgica y Alemania, espera reducir los desórdenes que la incomodan en un 20%.
La municipalidad de Maastricht, por su parte negó haber amenazado con cerrar las tiendas de café, recordando el plan para mover la mitad de estas instituciones a partir de 2013 a las afueras de la ciudad para reducir la contaminación en el centro de la ciudad.
"El ayuntamiento ha informado que se cerrarán 'coffee shops' si no disminuyen las molestias", declaró a la AFP Marc Josemans, propietario del "Easy Going" y presidente de la Asociación de Coffee Shops Oficiales de Maastricht (VOCM), una entidad que agrupa a 13 de los 14 establecimientos de la ciudad y que es la promotora de la iniciativa de restringir el acceso.
Alrededor de un millón y medio de turistas de la droga, principalmente belgas, alemanes y franceses, acuden anualmente a los "coffee shops" de la ciudad, causando problemas de tráfico, el ruido nocturno y la proliferación de traficantes de drogas en las calles.
"Ocurre que una encuesta revela que los clientes que vienen de los países limítrofes utilizan mucho más los transportes comunes y por lo tanto no causan, por ejemplo, o muy poco, problemas de tráfico", dijo Josemans.
Al negar el acceso a los "coffee shops" a los luxemburgueses, franceses, españoles e italianos en particular, los "coffee shops" de Maastricht, ciudad situada cerca de la frontera con Bélgica y Alemania, espera reducir los desórdenes que la incomodan en un 20%.
La municipalidad de Maastricht, por su parte negó haber amenazado con cerrar las tiendas de café, recordando el plan para mover la mitad de estas instituciones a partir de 2013 a las afueras de la ciudad para reducir la contaminación en el centro de la ciudad.