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"Hay que decir que las FARC son soberanos para caminar por el proceso que ellos consideran, pero el camino tiene diferencias", dijo Nicolás Rodríguez, más conocido por su nombre de guerra Gabino, en una entrevista divulgada este domingo con la emisora oficial del grupo insurgente Radio Nacional Patria Libre (Ranpal), difundida en internet.
Para el jefe máximo del Ejército de Liberación Nacional (ELN), "no puede ser ausente la sociedad colombiana" en las negociaciones con el gobierno. "Por el contrario la sociedad, sobre todo la excluida del poder, debe ser protagónica del proceso de paz", dijo.
El gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) negocian la paz desde noviembre de 2012 en Cuba. El pasado 23 de junio sellaron las condiciones del alto al fuego definitivo, el desarme de los rebeldes y el mecanismo de refrendación del pacto final, que se espera firmen próximamente.
Delegados de Santos, que desde que asumió su primer mandato en 2010 busca sellar la paz con las guerrillas; y del ELN, alzado contra el Estado desde 1964, anunciaron el 30 de marzo la pronta instalación de una mesa formal de diálogos, tras dos años de charlas preparatorias secretas.
Sin embargo, el presidente colombiano ha insistido en que antes de dar ese paso los rebeldes deben renunciar al secuestro, tal como lo hicieron las FARC al instalar las conversaciones.
En la entrevista divulgada este domingo, el jefe rebelde Pablo Marín, conocido como "Pablito" y según reportes el más escéptico a iniciar una negociación, afirmó que el ELN mantiene su intención de paz, y señaló que fue el gobierno de Santos el que "suspendió los acuerdos de la fase exploratoria".
En el mismo programa radial, el comandante guerrillero Pablo Beltrán, miembro de la delegación de paz del ELN y cuyo verdadero nombre es Israel Ramírez, aseguró que uno de los grandes problemas que tiene el país es la persistencia del paramilitarismo que está "muy presente en varias regiones".
Los voceros del ELN manifestaron que el país requiere grandes cambios, entre ellos del sistema electoral y el cumplimiento de los acuerdos que se firmen para evitar la necesidad de volver a tomar las armas.
El conflicto colombiano ha enfrentado durante más de 50 años a guerrillas, paramilitares, miembros de la fuerza pública y grupos del narcotráfico, dejando un saldo de alrededor de 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.
