"Está probado y documentado que Miguel de Cervantes fue enterrado aquí y que sus restos jamás salieron de este lugar", dijo a la prensa Fernando de Pardo, el historiador encargado de la búsqueda.
La operación para encontrar los restos del literato comenzó este lunes con la utilización de un georradar para buscar los probables lugares de enterramiento de personas, en una iglesia donde no sólo fue sepultado Cervantes, sino también al menos una quincena de personas.
Los técnicos empezaron por repasar con el radar el suelo de parqué cercano al altar, lo que ha permitido desvelar las primeras imágenes de lo que hay en el subsuelo de la iglesia de las Trinitarias, un edificio de ladrillo rojo en el centro de Madrid.
Cervantes, el gran escritor del Siglo de Oro español, murió en la pobreza el 22 de abril de 1616 y fue enterrado al día siguiente en esta iglesia, adyacente a un convento, que, desde entonces, ha sufrido varias remodelaciones.
Cerca de cuatrocientos años después de su muerte, el lugar exacto de su enterramiento, sigue, sin embargo, siendo un misterio.
"De aquí no se movería (el cuerpo). La duda es saber si los restos se han perdido o dónde están localizados", explicó el sacerdote Jorge López Teulón, con experiencia en la búsqueda de reliquias y de cuerpos de religiosos en iglesias, que está ayudando en la búsqueda del autor de las "Novelas ejemplares".
"¿Por qué buscar los restos de Miguel de Cervantes? Porque es un personaje mundial, porque en el fondo toda la humanidad está en deuda con él, y porque tenemos la posiblidad y la tecnología capaz de localizar esos restos y sacarlos de una tumba anónima para poner una lápida encima. ¿Por qué no intentarlo si tenemos todo eso?", afirmó, por su parte, de Pardo.
"Él nos ha dado mucho. Vamos a intentar por lo menos ese poco de poner su nombre encima de una lápida para diferenciarlo de esa tumba anónima", añadió.
Las ondas electro-magnéticas del radar permiten detectar si la tierra del suelo ha sido removida, lo que es el caso de una sepultura.
Así, con el fin de encontrar los posibles lugares de enterramiento, los científicos peinarán 220 metros cuadrados, que cubren el suelo de la iglesia y dos salas adyacentes, durante la primera fase de la búsqueda, que debería durar tres días.
Los resultados serán después analizados durante entre dos y tres semanas antes de que sus conclusiones sean presentadas al ayuntamiento de Madrid, al que, si los resultados son concluyentes, se pedirá permiso para iniciar la segunda fase, que sería la excavación arqueológica propiamente dicha para llegar al lugar que se identifique como probable tumba de Cervantes.
Las monjas trinitarias siguen viviendo en el convento y utilizando la iglesia, que fue declarada bien de interés cultural en 1921 por lo que era necesario un medio como el georradar que permitiera acotar bien la búsqueda antes de ponerse a excavar.
Posteriormente, la tercera y última fase será el análisis de los eventuales restos que se encuentren para confirmar que se trata de Cervantes.
En total, Fernando de Pardo estima que el conjunto de la búsqueda debería costar unos 100.000 euros y se espera que se trate de una investigación que durará meses.
Nacido en 1547, en la vieja ciudad universitaria de Alcalá de Henares, cerca de Madrid, Miguel de Cervantes es considerado como el padre de la novela moderna con su "Don Quijote de la Mancha", publicado en 1605, antes de que su éxito le llevara a publicar una segunda parte en 1615.