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“Nnojolu too'ulaainjatûin aalii tû oonowaakaa namaa tama'leiwashiirua jee na laûlaayuu kama'ainnakana ainmajûin takuwa'ipa”, esta es una negativa del pueblo wayuu a renunciar a la creencia de sus dioses y sus protectores ancestrales que alzó la poeta entre versos y la danza Chaima.
La poeta wayyú recordó que los indígenas poseen más de 14 mil años en el territorio americano y son representantes de una tradición milenaria.
“Pedimos que se nos oiga, se nos respete, somos de todo, somos poetas, artesanos, danzarines”, expresó.
Mientras tanto el antropólogo Emilio Espósito se vistió de mono con una máscara creada por él mismo inspirado en la artesanía arawaka para escenificar la danza del mono de los Chaima y repartió maíz al público en señal de agradecimiento por la cosecha.
Aunque su cabello se encrespa y el color de su piel es más pálido que la de los Chaimas confesó: “Me siento indígena, y tomo las creencias y los dioses como propios”.
“La danza del mono en Caicara de Maturín se realiza los 28 de diciembre, allí el mono tiene un papel muy importante es como una deidad suprema”, expresó.
Por su parte, una de las integrantes de la Red Nacional de Voceras y Voceros Comunitarios Indígenas de Venezuela, se despidió diciendo:
“De los 500 años de resistencia indígena tenemos 10 años de inclusión y de participación activa, y espero que nuestros antepasados, nuestros ancestros se sientan contentos por ello”.
La poeta wayyú recordó que los indígenas poseen más de 14 mil años en el territorio americano y son representantes de una tradición milenaria.
“Pedimos que se nos oiga, se nos respete, somos de todo, somos poetas, artesanos, danzarines”, expresó.
Mientras tanto el antropólogo Emilio Espósito se vistió de mono con una máscara creada por él mismo inspirado en la artesanía arawaka para escenificar la danza del mono de los Chaima y repartió maíz al público en señal de agradecimiento por la cosecha.
Aunque su cabello se encrespa y el color de su piel es más pálido que la de los Chaimas confesó: “Me siento indígena, y tomo las creencias y los dioses como propios”.
“La danza del mono en Caicara de Maturín se realiza los 28 de diciembre, allí el mono tiene un papel muy importante es como una deidad suprema”, expresó.
Por su parte, una de las integrantes de la Red Nacional de Voceras y Voceros Comunitarios Indígenas de Venezuela, se despidió diciendo:
“De los 500 años de resistencia indígena tenemos 10 años de inclusión y de participación activa, y espero que nuestros antepasados, nuestros ancestros se sientan contentos por ello”.
